¿Amigo o enemigo? ¿O ambos? Los lazos entre Japón y China siguen siendo complicados y, a menudo, contradictorios, 50 años después de que los dos países asiáticos normalizaran sus relaciones como parte del proceso que llevó a la China comunista al redil internacional.
Los medios de comunicación y los libros de texto oficiales chinos conmemoran a las víctimas de la brutal invasión de Japón durante la Segunda Guerra Mundial, incluso cuando los jóvenes urbanitas sorben sopa de fideos “ramen” en una hilera de restaurantes de dos pisos que parecen los callejones estrechos de Tokio.
En el Tokio real, los japoneses acudieron en masa a un festival el fin de semana pasado para probar las albóndigas chinas, incluso cuando les preocupaba la creciente destreza militar de su vecino mucho más grande y sus diseños en la isla autónoma de Taiwán.
“La política es la política, no tiene nada que ver con los intercambios entre nosotros”, expresó Zheng Bin, mientras horneaba un pastel de puerro chino en el festival en el Parque Yoyogi. Ha pasado la mitad de su vida en Japón, llegó como estudiante hace 30 años y ahora dirige seis restaurantes chinos en el área de Tokio.
No obstante, la política influye en las personas y las opiniones críticas van en aumento a medida que los dos países celebran el 50 aniversario el jueves del acuerdo para establecer relaciones diplomáticas, que siguió a la visita pionera del presidente estadounidense Richard Nixon a China a principios de 1972.
Una encuesta realizada el año pasado por el grupo de expertos japonés Genron NPO encontró que el 90% de los japoneses tenían una imagen negativa de China, y el 66% de los chinos sentían lo mismo hacia Japón, frente al 53% del año anterior.
“Es normal que haya problemas en el 50 aniversario”, manifestó Li Tingjiang, director de un centro de estudios japoneses en la Universidad Tsinghua en Beijing. Citó la geopolítica y las diferencias sociales y económicas entre los dos países. “Pero no debemos negar el impacto positivo de larga data del entendimiento mutuo y el intercambio cultural en los últimos 50 años”.