Cada vez más se toma conciencia de dos daños ocasionados por el consumo excesivo de sal. Este exceso eleva la presión arterial, que de por sí ya es una enfermedad. Pero, además es un factor de riesgo para enfermedades del sistema cardiovascular. Asimismo, puede perjudicar el riñón y el cerebro.
Por es razón, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) insta al consumo de sal por debajo de los cinco gramos diarios por persona. Los datos muestran que hoy en día esta cifra se duplica, contribuyendo a un aumento de la hipertensión arterial que conlleva a un riego mayor de mortalidad por esta causa.
Según la OPS, de los 17 millones de óbitos anuales por enfermedades cardiovasculares, más de la mitad, 9,4 millones son atribuidos a la hipertensión arterial derivada del consumo excesivo de sal. De igual manera, aumenta el riesgo de padecer accidentes cerebro-vasculares y otras cardiopatías.
De hecho, el pasado mes de marzo se llevó a cabo la Semana Mundial de Sensibilización sobre la sal 2022, donde se presentaron estrategias para reducir el consumo de sal en la región. Éstas se dirigieron principalmente a la industria alimentaria ya que por lo menos tres cuartas partes de la sal, está presente en los alimentos preparados y envasados.
Por su parte, los gobiernos acordaron trabajar para alcanzar una reducción de al menos un 30 por ciento hasta el año 2025. Para la OPS, las autoridades de cada país deben hacer su máximo esfuerzo para lograr ese objetivo. Aseveraron, que si se quiere alcanzar resultados efectivos, es necesario que se regulen las normas de consumo de la sal y no apenas se sugieran.
Redacción de: J.Bendezu, LJI Reporter
