La Agencia Meteorológica de Japón (JMA) emitió una alerta de tsunami este martes para las islas Izu y Ogasawara, al sur de Tokio, tras registrarse un terremoto submarino de magnitud 5,9. El sismo ocurrió a las 8:14 a.m., hora local, a una profundidad de 10 kilómetros frente a la costa de la isla de Torishima, en el Océano Pacífico. Las autoridades advirtieron sobre la posible llegada de olas de hasta un metro de altura a las costas de estas islas remotas.
Hasta el momento, no se reportaron daños significativos ni heridos, aunque un pequeño tsunami de 50 centímetros fue detectado en el distrito de Yaene, en la isla de Hachijo. Los residentes no sintieron el temblor, pero la alerta de tsunami fue emitida inmediatamente, instando a la población a refugiarse en zonas elevadas.
Ante la posibilidad de más movimientos sísmicos o réplicas, las autoridades japonesas han tomado medidas de precaución y han comenzado a evacuar a los residentes de las zonas costeras de las islas Izu y Ogasawara. Estas islas, situadas a más de 100 kilómetros de Tokio, son poco pobladas, lo que facilita el proceso de evacuación. Los servicios de emergencia locales han sido activados para evaluar posibles daños y asistir a la población afectada.
La cadena de televisión pública japonesa NHK informó que las autoridades están supervisando de cerca el comportamiento del nivel del mar y que han recomendado a los residentes permanecer en lugares seguros hasta que se dé por finalizada la alerta.
Riesgo sísmico en el “Anillo de Fuego”
Japón está situado en una de las regiones sísmicamente más activas del planeta, el “Anillo de Fuego” del Pacífico, donde la interacción de varias placas tectónicas genera miles de terremotos al año. Debido a esta actividad, Japón cuenta con una infraestructura avanzada capaz de soportar temblores, así como sistemas de alerta rápida que pueden detectar movimientos telúricos y emitir advertencias de tsunamis con antelación.
A pesar de la frecuencia de los terremotos, no todos provocan tsunamis. Sin embargo, la amenaza de estos fenómenos sigue siendo alta, especialmente en zonas costeras. El devastador tsunami de 2011, que siguió a un terremoto de magnitud 9,0, sigue fresco en la memoria de los japoneses. Aquel evento dejó más de 18.000 muertos y provocó la crisis nuclear en Fukushima, lo que ha aumentado la vigilancia en todo el archipiélago.
El terremoto de esta mañana ha llevado a las autoridades a mantenerse alerta ante posibles réplicas, y se ha instado a la población a mantenerse informada a través de los medios de comunicación locales. Las infraestructuras de evacuación y los sistemas de monitoreo se mantienen activos para garantizar la seguridad de los ciudadanos en caso de nuevos temblores.
Redacción de: Karen Rodríguez A.