El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, enfrentó el lunes una nueva ola de presión para alcanzar un acuerdo de alto el fuego en Gaza, en medio de crecientes protestas internas y llamados internacionales a detener el conflicto que ya lleva casi 11 meses.
Miles de israelíes se manifestaron y participaron en una huelga general en todo el país, mientras el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, urgía a Netanyahu a hacer más esfuerzos para poner fin a la guerra. Las manifestaciones estallaron luego de que se descubrieran los cuerpos de seis rehenes israelíes, asesinados presuntamente por Hamás.
Declaraciones oficiales
En su primer discurso tras las protestas, Netanyahu insistió en su demanda de mantener el control del corredor de Filadelfia, una franja de tierra en la frontera de Gaza con Egipto que, según Israel, es utilizada por Hamás para contrabandear armas. “Este es el oxígeno de Hamás”, afirmó Netanyahu, subrayando la importancia estratégica de la zona para impedir el rearme del grupo militante. A pesar de la presión pública y las críticas, reiteró su compromiso con la liberación de los rehenes, al tiempo que descartó ceder en su posición sobre el corredor fronterizo.
El domingo por la noche, miles de israelíes salieron a las calles en la mayor manifestación desde el inicio de la guerra. Los manifestantes acusaron a Netanyahu de poner en riesgo la vida de los rehenes al no alcanzar un acuerdo con Hamás. Durante la huelga general del lunes, sectores clave de la economía israelí se vieron afectados, aunque un tribunal ordenó el fin de la misma tras una petición del gobierno.
Las tensiones internas han aumentado dentro del propio gobierno israelí. Según informes, Netanyahu se ha enfrentado a altos funcionarios de seguridad, incluido el ministro de Defensa, Yoav Gallant, quien ha pedido un alto el fuego. Gallant votó en contra de la propuesta de Netanyahu de mantener el control sobre el corredor de Filadelfia, argumentando que las vidas de los rehenes deben ser la prioridad.
Por su parte, Hamás ha acusado a Israel de prolongar las negociaciones al introducir nuevas condiciones, incluyendo el control permanente del corredor de Filadelfia. En las últimas semanas, el grupo militante ha ofrecido liberar a todos los rehenes a cambio del fin de la guerra y la retirada de las tropas israelíes de Gaza. Mientras tanto, la ofensiva israelí en Gaza ha dejado más de 40.000 palestinos muertos, según funcionarios de salud locales, y ha sumido al territorio en una grave crisis humanitaria. La guerra ha desplazado a la mayoría de los 2,3 millones de habitantes de Gaza y ha destruido gran parte de la infraestructura del enclave.
El conflicto también se ha extendido a Cisjordania, donde las fuerzas israelíes han intensificado sus operaciones. En el campo de refugiados de Yenín, las tropas israelíes han llevado a cabo una incursión de seis días, lo que ha provocado enfrentamientos y numerosas víctimas.
Redacción de: Karen Rodríguez A.
