El ministro de Finanzas del gabinete de Benjamin Netanyahu, Bezalel Smotrich, fue duramente criticado por sus aliados occidentales tras afirmar que dejar que la población de Gaza muera de hambre hasta que liberen a los rehenes, “podría ser justo y moral”.
En un discurso el pasado lunes, en apoyo a los asentamientos judíos, Smotrich dio dichas declaraciones asegurando que su país no tenía más remedio que enviar ayuda humanitaria a Gaza, pues hoy en día, nadie permitiría que mataran de hambre a dos millones de personas.
Para la coalición de gobierno liderada por Netanyahu, la participación de su ministro de extrema derecha, Bezalel Smotrich es fundamental, ya que su partido se identifica plenamente con su gobierno y defiende la reocupación de Gaza y la reconstrucción de los asentamientos judíos en dicho territorio que había sido eliminada el año 2005.
Las reacciones de sus aliados no se hicieron esperar
El diplomático español, Josep Borrel, jefe de política exterior de la Unión Europea (UE), dijo que los comentarios de Smotrich eran más que ignominiosos y que demostraban, una vez más, todo su desprecio por el derecho internacional y los principios básicos de humanidad. Añadió que “hacer morir de hambre deliberadamente a civiles es un crimen de guerra”.
Por su parte, el secretario de Asuntos Exteriores de Gran Bretaña, David Lammy, declaró que no hay nada que justifique los comentarios de Smotrich y que esperaba que el gobierno israelí como un todo, se retractara y condenara las declaraciones de su ministro de Estado.
En representación de su gobierno, Steffen Siebert, embajador de Alemania en Israel, manifestó que uno de los principios del derecho internacional es proteger a los civiles en una guerra y proveerles agua y alimentos. Calificó sus palabras de atroces e inaceptables.
De acuerdo con algunas organizaciones de ayuda, todos sus esfuerzos para llevar asistencia humanitaria y entregar alimentos se han visto obstaculizados por las restricciones de las autoridades israelíes. Por su parte, el gobierno de Netanyahu, dice que la responsabilidad es de las agencias de Naciones Unidas, que no realizan su trabajo con la celeridad requerida.
Redacción de: J.Bendezu, LJI Reporte