Una ola de incendios forestales ha envuelto en llamas al Panhandle de Texas, con un incendio que ya se cuenta entre los más grandes en la historia del estado. El grupo de incendios, alimentado por fuertes vientos, pastizales secos y temperaturas anormalmente cálidas, ha avanzado a una velocidad alarmante, dejando un rastro de destrucción a su paso.
El incendio más grande, conocido como Smokehouse Creek Fire, ha destruído más de 1.300 millas cuadradas (3.370 kilómetros cuadrados) de terreno, superando incluso la extensión territorial del estado de Rhode Island. Las llamas, que solo están contenidas en un tres por ciento, han cruzado hacia partes de Oklahoma, ampliando aún más su alcance devastador.
En medio de la tragedia, se confirmó la pérdida de una vida: una señora de 83 años de la pequeña ciudad de Stinnett. Joyce Blankenship, una ex maestra suplente, fue encontrada entre los escombros de su hogar incendiado. Su nieto, Lee Quesada, lamenta profundamente su fallecimiento, recordando con cariño los momentos compartidos con su abuela.
Afectaciones causadas por los incendios
Los impactos de los incendios se extienden más allá de la pérdida humana, con cientos de casas consumidas por las llamas y reportes de ganado muerto en los campos. Las comunidades han sido evacuadas en medio del caos, mientras las autoridades luchan por contener la propagación del fuego.
El gobernador Greg Abbott ha declarado estado de desastre en 60 condados, reconociendo la gravedad de la situación. Aunque se espera que las condiciones climáticas mejoren con la posibilidad de lluvias para el jueves, las autoridades advierten que el peligro persiste y que la batalla contra los incendios está lejos de terminar.
Con vientos que pueden alcanzar hasta 72 km/h (45 mph) y ráfagas de hasta 113 km/h (70 mph), los bomberos enfrentan desafíos extremos para contener las llamas. Se insta a la comunidad a seguir de cerca las órdenes de evacuación y a mantenerse preparada ante cualquier eventualidad, mientras la región lucha por recuperarse de esta crisis sin precedentes.
Redacción de: Karen Rodríguez A.