Investigadores respaldados por la ONU expresaron el jueves que han encontrado evidencia de crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad cometidos por las fuerzas del gobierno etíope, las fuerzas de Tigray y el ejército de Eritrea —incluidas violaciones, asesinatos y saqueos— durante la guerra de casi dos años centrada en Región de Tigray del norte de Etiopía.
La Comisión de Investigación sobre Etiopía, que trabaja bajo un mandato del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, atribuyó una letanía de crímenes de guerra a todos los bandos, sin embargo, señaló que las fuerzas gubernamentales de Etiopía también habían recurrido a la “hambruna de civiles” como herramienta de guerra. También dijo que se descubrió que las fuerzas etíopes y eritreas eran responsables de la “esclavitud sexual”, mientras que las fuerzas de Tigray no lo eran.
Después de que finalizó un alto el fuego el mes pasado, “la lucha parece estar aumentando y hemos recibido información creíble de que hay una escalada en los ataques con aviones no tripulados que emplean armas explosivas con efectos de área amplia en áreas pobladas”, indicó la presidenta de la comisión, Kaari Betty Murungi.
“Las consecuencias de esta nueva guerra renovada tienen el potencial de afectar no solo la estabilidad de Etiopía, sino de toda la región del Cuerno de África”, explicó a los periodistas.
Murungi estaba presentando detalles de un informe inicial basado en entrevistas con 185 sobrevivientes, testigos y otros, así como otras fuentes. Al equipo no se le concedió acceso a Etiopía.
Los hallazgos, en un informe reciente , arrojan nueva luz sobre los movimientos ampliamente comentados del gobierno federal para negar el acceso a los servicios básicos, incluidas las telecomunicaciones, la banca y el acceso a la ayuda humanitaria a la población de Tigray durante los combates.
“También hicimos hallazgos relacionados con ataques muy, realmente bárbaros, mediante el uso de violaciones y otros actos de violencia sexual cometidos por partes en el conflicto que incluyen (las fuerzas militares de Etiopía), pero también a las fuerzas de Tigray”, dijo Murungi.
El informe citó “motivos razonables para creer” que el gobierno etíope había cometido crímenes de lesa humanidad de asesinato, tortura, violación y violencia sexual, y que tanto él como los gobiernos estatales regionales aliados continúan cometiendo crímenes de lesa humanidad por motivos étnicos y “otros actos inhumanos” destinados a causar sufrimiento o lesiones.