El gobierno de Haití anunció el jueves la extensión del estado de emergencia alrededor de Puerto Príncipe por un mes más, en respuesta a una ola de violencia de pandillas que amenazó la estabilidad del país y obligó a miles de personas a abandonar sus hogares.
La agencia de asuntos humanitarios de la ONU advirtió sobre la precaria situación del sistema de salud del país, que se encuentra “al borde del colapso” debido a la escasez de personal, equipos, camas, medicamentos y sangre para tratar a pacientes con heridas de bala.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU informó que dos docenas de camiones cargados con equipos vitales, suministros médicos y alimentos quedaron atrapados en el puerto de la capital, lo que llevó a la suspensión de su servicio de transporte marítimo debido a la “inseguridad”.
Las autoridades declararon inicialmente el estado de emergencia el domingo pasado, tras el recrudecimiento de los enfrentamientos armados, la fuga de reclusos de la prisión y el desplazamiento estimado de decenas de miles de personas, mientras el primer ministro Ariel Henry se encontraba en Kenia, buscando liderar una fuerza internacional contra las pandillas.
El estado de emergencia, que prohíbe todas las protestas públicas, de día y de noche, y permite el uso de “todos los medios legales” para hacer cumplir el toque de queda, se extenderá en el departamento Oeste, sede de la capital, hasta el 3 de abril. Además, se mantendrá un toque de queda nocturno hasta el 11 de marzo.
Visión regional
El presidente de la Comunidad del Caribe (CARICOM) anunció que los líderes regionales están en constante reunión con representantes del gobierno y la oposición, aunque aún no han llegado a un consenso sobre cómo abordar la crisis.
La situación sobre el terreno ha complicado el funcionamiento de los grupos de transporte y ayuda humanitaria. El servicio de transporte marítimo del PMA, crucial para llevar alimentos y suministros médicos a otras partes del país, se ha visto interrumpido, y el principal puerto de carga de la capital, CPS, fue objeto de saqueos, lo que obligó a suspender sus servicios.
La escalada de violencia en Haití, que ha resultado en miles de muertes y desplazamientos, ha puesto en peligro la estabilidad política y la seguridad pública del país, que lucha por mantenerse tras el asesinato del expresidente Jovenel Moise y la creciente influencia de las pandillas armadas.
Redacción de: Karen Rodríguez A.