Una grave crisis humanitaria está asolando Haití, donde casi 6.000 personas enfrentan la muerte por hambruna, mientras que aproximadamente la mitad de su población, de más de 11 millones de personas, vive en condiciones críticas de inseguridad alimentaria, según un informe publicado este lunes por la Clasificación Integrada de Seguridad Alimentaria (IPC).
En el último año, el número de haitianos en crisis, emergencia y niveles de hambruna ha aumentado en 1,2 millones, alcanzando un total de 5,4 millones de personas afectadas. Esta situación se debe principalmente a la violencia generalizada de las pandillas, que ha paralizado el transporte y la distribución de alimentos en todo el país, especialmente en la capital, Puerto Príncipe, y sus alrededores.
“Estamos ante una de las mayores proporciones de personas en inseguridad alimentaria aguda en cualquier crisis del mundo”, advirtió Stéphane Dujarric, portavoz de la ONU.
El informe reveló que 5.636 personas están enfrentando el nivel más extremo de hambre en refugios improvisados en la zona metropolitana de Puerto Príncipe, mientras que otros 2 millones de haitianos se enfrentan a hambre severa, incluso en áreas que no están directamente afectadas por la violencia de las pandillas.
Impacto de la violencia y la inflación
El hambre en Haití está exacerbada por la inflación, que ha alcanzado un 30% en julio, y el aumento de más del 11% en el costo de los alimentos en el último año. En promedio, los alimentos representan el 70% de los gastos totales de los hogares. Además, el país sigue luchando por recuperarse del terremoto de agosto de 2021 y otros desastres naturales previos como el huracán Matthew en 2016.
Sin embargo, la violencia de las pandillas sigue siendo el principal factor detrás de esta crisis alimentaria. Las pandillas controlan el 80% de Puerto Príncipe, así como las rutas hacia el norte y sur del país, lo que impide que los agricultores distribuyan sus productos y que las organizaciones humanitarias entreguen ayuda. Entre abril y junio, la violencia dejó al menos 1.379 personas muertas o heridas y más de 700.000 personas han sido desplazadas de sus hogares en los últimos años.
Aunque una misión respaldada por la ONU y liderada por Kenia ha logrado liberar algunas áreas de la violencia de las pandillas desde junio, las autoridades reconocen que el país necesita más apoyo. Haití, junto con Estados Unidos y otros países, ha pedido una misión de mantenimiento de la paz de la ONU que pueda asegurar la financiación y personal que la actual misión no tiene.
Redacción de: Karen Rodríguez A.
