En un trágico accidente aéreo, el presidente iraní, Ebrahim Raisi, y el ministro de Relaciones Exteriores, Hossein Amirabdollahian, fueron encontrados muertos el lunes, horas después de que su helicóptero se estrellara en la niebla en la provincia de Azerbaiyán Oriental. Este suceso deja a Irán sin dos de sus líderes clave en un momento de tensiones extremas en el Medio Oriente.
El líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, rápidamente nombró al vicepresidente Mohammad Mokhber como presidente interino e insistió en que el gobierno mantenía el control. Sin embargo, la muerte de Raisi y Amirabdollahian representa un golpe significativo para un país ya acosado por presiones internas y externas.
El accidente ocurrió en un terreno montañoso en medio de una intensa niebla, y aún no se ha establecido la causa del siniestro. Irán no ha sugerido sabotaje. Entre los fallecidos se encontraban también el gobernador de la provincia de Azerbaiyán Oriental, un alto clérigo de Tabriz, un funcionario de la Guardia Revolucionaria y tres miembros de la tripulación.
En Teherán, la capital iraní, la vida continuó con normalidad aparente, pero la presencia de fuerzas de seguridad aumentó. Por la tarde, cientos de dolientes se congregaron en la plaza Vali-e-Asr para rendir homenaje a Raisi, un hombre de línea dura y protegido de Jamenei.
El accidente se produce en medio de la guerra entre Israel y Hamás, que ha intensificado las tensiones en la región. Hamás, respaldado por Irán, lideró el ataque que inició el conflicto, y Hezbolá, también apoyado por Teherán, ha lanzado cohetes contra Israel.
Raisi, de 63 años, asumió la presidencia en 2021 y su mandato se caracterizó por un deterioro en las relaciones con Occidente, un enriquecimiento de uranio sin precedentes y un apoyo militar a Rusia en su guerra contra Ucrania. Su administración también enfrentó protestas masivas por la debilitada economía y los derechos de las mujeres.
Reacciones internacionales
El accidente fatal ha generado un fuerte impacto en Irán y sus aliados. Líderes internacionales como Vladimir Putin, Xi Jinping y Recep Tayyip Erdogan expresaron sus condolencias. La tragedia ha despertado preocupaciones sobre la estabilidad futura del país, especialmente con la posible sucesión de Jamenei, quien ha declarado cinco días de luto nacional y ha prometido que el gobierno continuará funcionando con normalidad. Sin embargo, la muerte de Raisi plantea preguntas sobre la sucesión en la teocracia iraní, donde solo dos líderes supremos han gobernado desde 1979.
Las autoridades iraníes han convocado elecciones presidenciales en un plazo de 50 días, según lo establecido por la Constitución, mientras el país enfrenta una encrucijada política y social en un contexto de alta tensión regional y desafíos internos.
Redacción de: Karen Rodríguez A.
