Nada es improvisado en la vida de Vladimir Putin.
Cada paso que da el presidente de Rusia es vigilado de cerca por cientos de guardaespaldas que lo acompañan las 24 horas del día.
Su comida es preparada sigilosamente y todo lo que bebe debe ser chequeado previamente por sus asesores más cercanos.
Y es que el antiguo oficial de la KGB —el servicio de seguridad soviético— sabe muy bien de las amenazas que hay a su alrededor, sobre todo en tiempos de guerra.
Putin está liderando la invasión de su país a Ucrania y esto supone algunos riesgos adicionales hacia su seguridad.
Dentro de los múltiples servicios de seguridad que operan actualmente en Rusia, hay uno que está especialmente dedicado a proteger al presidente y a su familia: el Servicio de Seguridad Presidencial de Rusia.
Este escuadrón depende del Servicio Federal de Protección de Rusia (FSO), que tiene su origen en la antigua KGB, y que también protege a otros funcionarios de alto rango rusos, entre ellos, al Premier Mikhail Mishustin.
De allí vienen los hombres vestidos de negro con auriculares en las orejas que le hacen sombra al presidente día y noche. Según Russia Beyond, un medio de propiedad del gobierno ruso, cuando estos agentes lo acompañan en actividades al exterior, se organizan en cuatro círculos.
El círculo más cercano está compuesto por sus guardaespaldas personales, el segundo círculo está integrado por guardias que pasan desapercibidos entre el público, el tercero, rodea el perímetro de la multitud, evitando que entren personas sospechosas, y el cuarto y último, son francotiradores situados en los techos de los edificios circundantes.
Estos agentes también lo acompañan cuando Putin se traslada de un lugar a otro.
“A Putin no le gustan los helicópteros; se suele trasladar con una caravana masiva, con motociclistas, muchos autos grandes negros, camiones, etc. Para este tramo, se bloquea cualquier dron que pueda haber en el espacio aéreo y se detiene el tráfico”, explica a BBC Mundo Mark Galeotti, experto en seguridad rusa y director de Mayak Intelligence, una consultora que se dedica a analizar los asuntos de seguridad de este país.
El Servicio de Seguridad Presidencial de Rusia es apoyado por la “Guardia Nacional de Rusia”, o Rosgvardia, que fue formada por el propio Putin hace solo seis años y que algunos la han calificado como una suerte de “ejército personal” del mandatario.