El ex presidente hondureño Juan Orlando Hernández fue sentenciado a 45 años de prisión en Nueva York acusado de colaborar con narcotraficantes que pagaron sobornos durante más de una década para asegurar que más de 400 toneladas de cocaína llegaran a Estados Unidos. Además de la sentencia, el juez P. Kevin Castel impuso una multa de 8 millones de dólares, subrayando que la pena debería servir de advertencia a aquellos que, por su estatus, creen estar por encima de la justicia.
Hernández fue condenado en marzo por un jurado en un tribunal federal de Manhattan, tras un juicio de dos semanas. Durante su sentencia, Hernández mantuvo su inocencia, afirmando que había sido acusado erróneamente y presentándose como un héroe de la lucha antinarcóticos que colaboró con autoridades estadounidenses. Sin embargo, el juez Castel señaló que las pruebas demostraron lo contrario, describiendo a Hernández como un “político de dos caras y hambriento de poder” que protegía a un selecto grupo de traficantes.
Al anunciar la sentencia, Hernández, vestido con un uniforme de prisión verde apagado, se mostró desafiante. Después de estrechar la mano de su abogado, salió de la corte cojeando y con la ayuda de un bastón. Los fiscales habían solicitado una sentencia de cadena perpetua más 30 años, pero el juez Castel decidió imponer una pena de 45 años.
Durante el juicio, varios traficantes testificaron en su contra, afirmando que Hernández protegía a algunos de los narcotraficantes más poderosos del mundo, incluido Joaquín “El Chapo” Guzmán, quien cumple cadena perpetua en Estados Unidos. El juez Castel destacó un soborno de un millón de dólares que Guzmán pagó en 2013 al hermano de Hernández, Juan Antonio “Tony” Hernández, quien también fue sentenciado a cadena perpetua en 2021 por cargos de drogas.
Al dictar la sentencia, el juez Castel enfatizó las formas en que Hernández había recibido un juicio justo y revisó las pruebas clave que demostraron su culpabilidad. Castel subrayó que Hernández ayudaba a los narcotraficantes para avanzar sus propias ambiciones políticas y garantizar su supervivencia política.
Contexto del caso
Hernández, de 55 años, fue presidente de Honduras durante dos mandatos y fue detenido en su domicilio de Tegucigalpa tres meses después de dejar el cargo en 2022, siendo extraditado a Estados Unidos en abril del mismo año. Los fiscales estadounidenses acusaron a Hernández de trabajar con narcotraficantes desde 2004, aceptando millones de dólares en sobornos mientras ascendía políticamente.
Redacción de: Karen Rodríguez A.
