El Salvador ha vivido en los últimos días momentos de extrema violencia, reportando el pasado sábado como el día más violento de su historia, con 62 asesinatos, cifra tenida como inaceptable.
Ante esta escalada de violencia, el presidente Bukeke, pidió al parlamento que aprobara de manera expedita un decreto que permitiera aplicar el régimen de excepción. Normalmente, esta medida es tomada en casos de catástrofes, guerra, rebelión, sedición o invasión del país. Esta medida tendrá una validez de 30 días.
Tras el pedido expreso del presidente, la Asamblea Legislativa, en la que Bukele tiene mayoría, aprobó con 67 votos de los 84 miembros, el régimen de excepción. Por ese decreto, quedan suspendidas las garantías constitucionales referentes a la libertad de asociación, al plazo de detención administrativa, a la inviolabilidad de correspondencia y al derecho de defensa.
Medios salvadoreños informaron, que se implementó el cierre de todas las prisiones por órdenes del ejecutivo, en su cuenta en una red social Nagib Bukele escribió “todas la celdas cerradas 24/7, nadie sale ni al patio. Mensaje para las pandillas: por sus acciones, ahora sus “homeboys” (secuaces) no podrán ver ni un rayo de sol.”
Las mismas fuentes corroboraron que los responsables por Medicina Legal, debido al número de cadáveres remitidos por las autoridades carcelarias, tuvieron inmensas dificultades para procesarlos. Por otro lado, la Fiscalía General de la República y la Policía Nacional Civil ya atraparon a varios líderes pandilleros y la Fuerza Armada patrulla las zonas consideradas más violentas de este país centroamericano.
Redacción de: J.Bendezu, LJI Reporter