Este primero de julio se celebra el Día de Canadá y se puede notar el entusiasmo y la emoción de muchos ciudadanos, que expresan en las principales ciudades del país su sentimiento patriota y su orgullo de pertenecer a una nación que en los últimos tiempos ha visto su soberanía amenazada por el actual gobierno de un país considerado amigo y aliado.
El vigente conflicto comercial con Estados Unidos y el constante hostigamiento de su presidente hacia Canadá, han despertado no sólo el patriotismo, sino también un sentimiento de unidad pocas veces registrado en la historia del país. Esas emociones se ven reflejadas, por ejemplo, en la compra sin precedentes de banderas canadienses.
Este día configura el ápice de sentimientos y emociones que se iniciaron con una sorpresa por la actitud beligerante y mal educada del inquilino actual de la Casa Blanca y más adelante se transformaron en indignación y rechazo a sus políticas que vienen perjudicando la economía nacional. Muchos canadienses han levantado su voz de protesta.
Con todo, este día festivo millones de banderas flamean a lo largo y ancho del país en una demostración incuestionable del resurgimiento de un patriotismo adormecido. Según la mayor fabricante de banderas de Canadá, Flags Unlimited establecida en Barrie, Ontario, se ha registrado un incremento del 75 por ciento en las ventas, en relación al año pasado.
Uno de sus propietarios, Brian Naish, comentó que las personas están ondeando sus banderas por todas partes, en sus casas, edificios, cabañas, barcos y negocios. Ni siquiera eventos como el 150.º aniversario de Canadá o las protestas del Convoy de la Libertad consiguieron incrementar tanto el número de ventas ni alcanzar el presente auge, dijo.
Para el profesor de historia de la Universidad de Regina, Raymond Blake, especializado en temas de nacionalismo e identidad canadienses, el incremento de la venta de banderas y astas refleja el sentimiento que tienen los canadienses sobre sí mismos y sobre Estados Unidos, desde luego, estos movimientos han sido impulsados por la retórica de Trump.
Blake asevera que estas manifestaciones explícitas de patriotismo, pueden ser una advertencia de que el pueblo canadiense es fuerte y que está preparado para defenderse de cualquier agresión externa. Añade que los canadienses siempre han sido patriotas, sólo que de manera discreta y parece que en esta ocasión la gente quiere demostrarlo claramente.
El primer ministro Mark Carney presidirá por primera vez el evento oficial en Ottawa y este Día de Canadá coincide con el 60.º aniversario de la bandera canadiense y con el 45.º aniversario de la adopción oficial del “O Canadá” como himno nacional. Finalmente, cabe recordar que una reciente encuesta, reveló que el 79 por ciento de los entrevistados expresó cierto grado de orgullo de ser canadienses. Parece que las cosas están cambiando.
Para The Spanish Media, Mauro García