Apenas tres días después de que la atraparan en un aeropuerto guatemalteco tratando de sacar del país dos reliquias mayas de 1.000 años de antigüedad, informan las autoridades, una mujer estadounidense fue atrapada nuevamente, esta vez en un vehículo con otros 166 artefactos prehispánicos.
El caso de Stephanie Allison Jolluck comenzó el jueves en el aeropuerto de la ciudad de Guatemala cuando, según los informes, los inspectores fueron alertados por el peso de su equipaje y encontraron dos grandes tallas de piedra maya en sus maletas.
Ella dijo a las autoridades que había comprado las piezas, hechas entre el 600 y el 900 dC, en un mercado en la ciudad turística de Antigua, Guatemala.
Un juez la liberó bajo una forma de reconocimiento personal, sin embargo, el domingo la policía detuvo un automóvil en el que estaba y dijo que encontraron docenas de otras reliquias. Otro estadounidense, Giorgio Salvador Rossilli, también viajaba en el vehículo.
Las investigaciones están en curso, pero el Ministerio de Cultura de Guatemala dijo que las dos tallas de piedra se conocen como “hachas” mayas, llamadas así por su forma. Las tallas ceremoniales pueden haber estado asociadas con el juego de pelota sagrado de los mayas, más que con cualquier uso como hacha.
