En un acalorado debate presidencial celebrado el martes, la vicepresidenta Kamala Harris y el expresidente Donald Trump se enfrentaron cara a cara, exponiendo sus visiones opuestas sobre el futuro de Estados Unidos. El evento, organizado por ABC News, atrajo la atención de millones de estadounidenses y se perfila como uno de los momentos decisivos de la campaña electoral, a menos de dos meses de las elecciones presidenciales del 5 de noviembre.
Harris, con una postura combativa, criticó fuertemente a Trump por su historial, destacando su derrota en las elecciones de 2020 y su manejo de la pandemia de COVID-19. Durante el debate, la vicepresidenta también ironizó sobre la disminución de la asistencia a los mítines de Trump, mientras el expresidente calificaba a Harris como una “marxista” y la culpaba por las políticas del actual presidente Joe Biden.
El enfrentamiento entre Harris y Trump contrastó significativamente con el primer debate presidencial de junio, donde Trump dominó al presidente Biden en una actuación deslucida de este último. Este segundo debate, sin embargo, podría resultar fundamental para ambos candidatos, en especial dado que Filadelfia, en el estado clave de Pensilvania, es considerado un campo de batalla electoral crucial.
Momentos más destacados
Uno de los intercambios más tensos del debate ocurrió cuando Trump acusó a Harris de copiar ideas de su campaña y anunció que le enviaría un sombrero con el lema “Make America Great Again”. Harris respondió enfáticamente: “Claramente, no soy Joe Biden”, lo que desató aplausos entre sus seguidores.
Trump también abordó temas controvertidos, como la inmigración, repitiendo afirmaciones sin fundamento sobre migrantes haitianos en Ohio. “Se están comiendo a los perros y gatos de los vecinos”, dijo Trump, a lo que Harris respondió: “Hablando de extremos”, señalando el absurdo de sus declaraciones. Otro momento clave fue la discusión sobre el aborto, donde Harris defendió el derecho de las mujeres a tomar decisiones sobre sus propios cuerpos, mientras que Trump negó estar a favor de prohibir el procedimiento. La moderadora del debate intervino en esta parte para corregir una afirmación del expresidente, aclarando que no hay ningún estado en EE.UU. donde se permita el aborto después del nacimiento.
El tono del debate estuvo marcado por ataques personales y duras críticas, con Trump exasperado en varios momentos. Harris, por su parte, mantuvo la compostura y se dirigió a Trump de manera firme, utilizando el lenguaje corporal para expresar incredulidad ante algunas de las afirmaciones del expresidente. Este encuentro podría ser el único entre ambos candidatos antes de las elecciones, lo que aumenta la relevancia del evento en una carrera electoral cada vez más polarizada y reñida. Con Pensilvania en juego, ambos partidos buscan asegurarse el apoyo de los votantes en este estado clave, que fue crucial en las elecciones de 2016 y 2020.
Redacción de: Karen Rodríguez A.