El uso indebido de drones ha pasado de ser una molestia ocasional a convertirse en una amenaza nacional y global. Aeropuertos, prisiones, instalaciones nucleares y hasta eventos públicos han sido blanco de estos vehículos aéreos no tripulados, que hoy representan tanto una herramienta útil como un potencial peligro para la seguridad.
Los drones ya no son exclusivos del entretenimiento o la agricultura: también son utilizados por gobiernos, criminales y grupos extremistas para labores de espionaje, sabotaje y ataques. En el campo de batalla, su capacidad para matar es bien conocida; fuera de él, su mal uso está motivando una carrera tecnológica por encontrar formas efectivas de detenerlos.
Sistemas antidrones: de redes a hackeos
Actualmente existen varios sistemas para contrarrestar drones no autorizados. Algunos operan con métodos cinéticos como misiles, redes o balas; otros recurren a la interferencia de señales o incluso al hackeo del dron invasor.
Uno de los desarrollos más prometedores es el sistema EnforceAir, de la empresa israelí D-Fend Solutions. Esta tecnología permite detectar un dron, tomar el control de su sistema operativo y aterrizarlo de manera segura, reduciendo riesgos de accidentes. “Detectamos el dron, tomamos el control y lo aterrizamos”, explicó Jeffrey Starr, director de marketing de la compañía durante una demostración en Virginia.
Este método no solo minimiza daños colaterales, sino que ofrece la posibilidad de analizar el dron capturado para investigaciones de seguridad nacional o devolverlo si se trató de un error de un aficionado.Sin embargo, no todos los drones pueden ser hackeados: los modelos militares suelen tener defensas cibernéticas más avanzadas.
Leyes obsoletas frente a nuevas amenazas
A pesar del avance tecnológico, la legislación en varios países no ha acompañado el ritmo de esta nueva amenaza. Ante esta situación, el congresista de Estados Unidos, Cory Mills, ha presentado un proyecto de ley que otorgaría autoridad a las policías estatales y locales para utilizar tecnología antidrones previamente autorizada por el Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias. El objetivo: garantizar la seguridad en grandes eventos públicos y puntos críticos de infraestructura.
El camino hacia un control efectivo del espacio aéreo bajo amenaza de drones no solo implica tecnología, sino también legislación y concienciación ciudadana. Los expertos coinciden en que se necesita una campaña nacional para educar a los usuarios sobre el uso responsable de drones, al tiempo que se fortalecen las facultades de las autoridades para actuar en casos de riesgo.
Redacción de: Karen Rodríguez A.