Los grupos armados que operan en la Amazonia colombiana, como las disidencias de las FARC (conocidas como EMC), están reforzando su control sobre la región, lo que ha obstaculizado los esfuerzos del gobierno para combatir la deforestación, según un informe publicado el jueves por el grupo de expertos The International Crisis Group.
El EMC, que es el tercer grupo armado más grande de Colombia con aproximadamente 3.500 miembros, ha jugado un papel clave en la deforestación durante los últimos cinco años, siendo directamente responsable de la pérdida de más de 500.000 hectáreas de selva en las zonas bajo su control, según el informe. Aunque en algunos momentos el grupo ha dado órdenes de detener la deforestación, este año han reanudado las actividades de tala en la Amazonia, aumentando la destrucción ambiental en la región.
La Amazonia representa más del 40% del territorio de Colombia, una zona rica en biodiversidad que incluye la mayor cantidad de especies de aves en el mundo. Sin embargo, el 15% de esta vasta región ya ha sido deforestada, lo que agrava la crisis ambiental que el gobierno del presidente Gustavo Petro intenta abordar como parte de su agenda de paz y protección ambiental.
El gobierno de Gustavo Petro ha basado gran parte de su legitimidad en la promoción de una agenda ambiental y de paz. Sin embargo, el control territorial de los grupos armados y la economía ilegal en la región amazónica dificultan la implementación de las políticas de conservación.
El Ministerio de Medio Ambiente de Colombia destacó que la protección de la selva amazónica es una prioridad clave para el gobierno, y resaltó la reducción histórica de la deforestación en un 61% en los últimos dos años. A pesar de reconocer las dificultades generadas por los actores armados, el gobierno busca promover un modelo de desarrollo forestal que beneficie a las comunidades locales y frene la deforestación ilegal.
No obstante, expertos como Bram Ebus, investigador de Crisis Group y coautor del informe, señalaron que la falta de control estatal en las áreas bajo influencia del EMC impide que las comunidades locales se beneficien de las iniciativas de conservación financiadas por el gobierno. Ebus advirtió que el gobierno de Petro debe recuperar el acceso a estos territorios para poder avanzar en sus planes de protección ambiental y asegurar el bienestar de la Amazonia.
El EMC y su control sobre la deforestación
Rodrigo Botero, director de la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS), explicó que el EMC tiene la capacidad de frenar o acelerar la deforestación según sus intereses. A finales de 2022 y en marzo de 2023, los comandantes del EMC dieron órdenes a las comunidades locales para que suspendieran la deforestación, bajo amenaza de sanciones como trabajos forzados o expulsión de sus territorios. Sin embargo, a principios de este año, las restricciones se levantaron, permitiendo a los grupos armados generar ingresos a través de extorsiones a quienes continúan deforestando.
Elizabeth Dickinson, analista sénior de Crisis Group y coautora del informe, advirtió que la presencia del EMC en la Amazonia es tan fuerte que las autoridades estatales no tienen permitido acceder a parques nacionales y áreas protegidas en las zonas bajo su control. La falta de acceso del gobierno a estas áreas complica aún más el diálogo y las negociaciones con el EMC, quienes han violado acuerdos previos durante los ceses al fuego.
Ebus concluyó que, si el gobierno de Petro realmente quiere proteger la Amazonia, debe recuperar el control territorial en estas zonas y enfrentar la influencia de los grupos armados que actualmente toman decisiones clave sobre la selva.
Redacción de: Karen Rodríguez A.