El ministro de Asuntos Municipales de Ontario, Paul Calandra, presentó un proyecto de ley que permitiría que los concejales de los municipios de esta provincia puedan perder sus cargos y ser inhabilitados por violar alguno de los códigos de conducta municipal.
La nueva legislación provincial fue presentada el jueves y ha sido un pedido de varios municipios de Ontario, que entienden que sus códigos de conducta están desfasados. Según los propulsores de esta idea, actualmente es muy difícil que un concejal pueda ser punido.
El nuevo código de conducta, deberá incluir penas más estrictas a quienes irrespeten las normas de comportamiento vigentes, incluyendo la destitución de sus cargos. Entre las transgresiones que esperan ver sancionadas está el acoso en el lugar de trabajo.
Para que sea posible una destitución, ésta debe ser recomendada por el comisionado de integridad del municipio en cuestión, a continuación el comisionado de integridad de Ontario debe aceptar dicha recomendación y finalmente serán los propios concejales que tendrán que confirmar por unanimidad en una votación, la exoneración del concejal juzgado.
Repercusiones de la nueva legislación
En general, la nueva legislación ha sido bien recibida, desde luego algunos preferirían que el camino no fuese tan largo. El grupo de alcaldes que representa a los grandes municipios de Ontario, se dice satisfecho y afirmaron en un comunicado, que la norma era necesaria.
Los representantes de dicho grupo, aseveraron que los miembros elegidos por los ciudadanos para formar los concejos municipales, así como los funcionarios municipales, merecen un lugar de trabajo seguro y respetuoso, libre de intimidaciones y acosos.
Para Emily McIntosh, representante de Mujeres de Ontario Dicen No, cuya organización ha trabajado arduamente para responsabilizar a los políticos por casos de acoso en el ambiente de trabajo, la exigencia del voto unánime podría perjudicar la eficacia de la nueva norma.
McIntosh, cree que un concejal juzgado por sus pares, podría muy bien contar con el favor de apenas un miembro del concejo y así escapar de la destitución o inhabilitación, burlando las recomendaciones de los comisionados de integridad municipal y provincial.
El ministro Calandra, defiende su proyecto afirmando que no quieren cometer injusticias, por eso todos los pasos del proceso son deliberadamente difíciles de superar. Hemos buscado un equilibrio que permitirá a los concejos castigar a los que violen las normas y al mismo tiempo respetar la decisión popular sobre a quienes eligen.
En última instancia, cabe a los electores condenar a los políticos no reconduciéndolos a sus cargos una vez más, finalizó el ministro de Asuntos Municipales de Ontario, Paul Calandra.
Redacción de: J.Bendezu, LJI Reporte
