Un estudio realizado por la Universidad de Columbia Británica, concluyó que las restricciones fronterizas continuadas por el gobierno, fueron en gran medida responsables por mantener bajo el número de casos de COVID-19 que ingresan al país.
Cuando el gobierno federal, cerró las fronteras en marzo del 2020, se detectó una drástica reducción en las importaciones virales, aseveró Angela McLaughlin, responsable de la investigación. Dijo, que en las cuatro semanas posteriores al cierre de la frontera, hubo alrededor de diez veces menos importaciones virales.
De las denominadas importaciones virales, los estudiosos creen que probablemente el 49 por ciento provino de Estados Unidos y que llegaron a Canadá, a través de las fronteras en Ontario y Quebec. Es posible que hubiera más casos, dijeron.
La profesora McLaughlin, comentó también, que a pesar de la importante reducción en las nuevas introducciones virales, se detectó durante la primavera, el verano y el otoño de 2020, un goteo de importaciones y que algunas provocaron nuevos brotes.
Asimismo, los investigadores concluyeron que en la segunda ola de COVID-19, la fuente predominante de entrada viral fue Estados Unidos, con un 43 por ciento, seguido de India con un 16 por ciento y Reino Unido con un 6 por ciento.
Angela Mclaughlin, aseveró que las restricciones fronterizas, realmente pueden mantener bajos los casos de COVID-19 que ingresan a Canadá. No obstante, en algunos casos el trabajo se perjudicó, debido a la ausencia de pruebas rápidas, como se vio en las dos primeras olas de la pandemia, finalizó la experta.
Redacción de: J.Bendezu, LJI Reporter