Miles de partidarios del ex presidente brasileño Jair Bolsonaro se congregaron el sábado en la emblemática Avenida Paulista de Sao Paulo, en una masiva manifestación por el Día de la Independencia. Vestidos con los colores verde y amarillo de la bandera brasileña, los manifestantes protestaron por la reciente prohibición de la plataforma X (antes Twitter) en Brasil, impuesta por la Corte Suprema, y la interpretaron como una muestra de la persecución política contra Bolsonaro y sus aliados.
El bloqueo de X, la plataforma del multimillonario Elon Musk, se convirtió en el foco de la protesta. Pancartas y mensajes de apoyo a Musk, quien ha sido visto por muchos como un defensor de la libertad de expresión, inundaron la manifestación.
La marcha del sábado no solo fue una demostración de apoyo a Bolsonaro, sino también una prueba de su capacidad para movilizar a sus seguidores de cara a las elecciones municipales de octubre, a pesar de que tiene prohibido postularse para cualquier cargo hasta 2030. Además, la manifestación se ha convertido en una especie de referéndum sobre la prohibición de X, lo que ha generado preocupación incluso entre algunos de los oponentes de Bolsonaro, avivando la ya intensa polarización política en Brasil.
El juez de la Corte Suprema Alexandre de Moraes ordenó el bloqueo de X el 30 de agosto, tras meses de tensiones con Musk sobre la libertad de expresión en la plataforma. De Moraes ha liderado los esfuerzos para frenar la difusión de información errónea por parte de usuarios de extrema derecha, intensificando su control luego de que los seguidores de Bolsonaro atacaran el Congreso y el Palacio Presidencial el 8 de enero de 2023, en un intento de revertir la derrota electoral de Bolsonaro.
El sábado, Bolsonaro no escatimó en críticas hacia el juez, calificándolo de “dictador” y pidiendo al Senado su destitución. En su discurso, también reiteró la falsa acusación de que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva robó las elecciones de 2022 en connivencia con el poder judicial.
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Apoyo inquebrantable a Musk y desafío al poder judicial
El apoyo a Musk se ha convertido en un símbolo de la resistencia bolsonarista contra lo que consideran una represión injusta. La legisladora y aliada incondicional de Bolsonaro, Bia Kicis, elogió a Musk como un “guerrero de la libertad de expresión” y denunció que la derecha en Brasil está siendo “masacrada” por la izquierda.
El propio Musk ha alentado a los brasileños a resistir la prohibición y ha compartido mensajes en la plataforma X que critican las acciones del gobierno brasileño, llamando a la defensa de la libertad de expresión. Sin embargo, la prohibición no fue tomada a la ligera por la Corte Suprema. De Moraes justificó la suspensión de la plataforma argumentando que X no había cumplido con las regulaciones, y el tribunal confirmó por unanimidad su decisión.
Una de las medidas más controvertidas del fallo de De Moraes fue la imposición de una multa diaria de 9.000 dólares a cualquier brasileño que utilice redes privadas virtuales (VPN) para acceder a la plataforma. A pesar de estas restricciones, varios políticos de derecha han desafiado la prohibición y han utilizado VPNs para seguir llamando a la participación en las protestas.
Tensión política en el Día de la Independencia
La marcha del sábado tuvo lugar en paralelo a los actos oficiales por el Día de la Independencia de Brasil, una celebración que en los últimos años ha estado cargada de tensión debido a que Bolsonaro ha utilizado estas conmemoraciones para movilizar a sus seguidores y mostrar su fuerza política.
Hace tres años, Bolsonaro llegó a declarar que no acataría las decisiones de De Moraes, lo que generó una crisis constitucional en el país. Aunque desde entonces ha suavizado su discurso, la tensión política continúa, alimentada por su delicada situación jurídica.
Bolsonaro enfrenta múltiples acusaciones, incluidas dos presentadas después de su salida del poder, la más reciente relacionada con presunto lavado de dinero en torno a diamantes no declarados de Arabia Saudita. Además, De Moraes supervisa una investigación sobre los disturbios del 8 de enero, en la que se examina si Bolsonaro jugó un papel en la incitación a la violencia.
Redacción de: Karen Rodríguez A.
