Amnistía Internacional publicó un informe en el cual acusa a Israel de cometer genocidio contra los palestinos en la Franja de Gaza en el contexto del conflicto con Hamás. Según la publicación, Israel habría llevado a cabo ataques deliberados, destrucción de infraestructura vital y restricciones en el suministro de ayuda humanitaria con el objetivo deliberado infligir sufrimiento extremo a la población palestina. “Las pruebas que hemos recopilado muestran una intención sistemática de destruir a este grupo, lo cual encaja con la definición de genocidio”, afirmó Agnès Callamard, secretaria general de la organización.
Según datos recopilados por autoridades locales en Gaza, más de 44.500 personas han muerto desde el inicio de las hostilidades, la mayoría de ellas mujeres y niños.
El informe de Amnistía analiza una serie de ataques aéreos, algunos de los cuales, asegura, no tenían objetivos militares claros. Uno de los casos destacados ocurrió en abril de 2024, cuando un bombardeo destruyó la casa de la familia Abdelal en Rafah, matando a tres generaciones de sus miembros, incluidos 16 niños. Según Amnistía, no hay evidencia de que en ese lugar se encontraran militantes armados.
Rechazo de Israel y reacción internacional
El gobierno israelí ha rechazado las acusaciones y ha afirmado que la organización de derechos humanos actúa con prejuicio en su contra. “Israel actúa en defensa propia, de acuerdo con el derecho internacional, y siempre toma medidas para minimizar el daño a los civiles”, declaró el Ministerio de Asuntos Exteriores israelí. Según el gobierno, Hamás utiliza zonas residenciales como bases operativas, lo que complica las operaciones militares.
Por su parte, Estados Unidos y Alemania, principales aliados de Israel, también han desestimado las acusaciones de genocidio. Sin embargo, la presión internacional se mantiene en aumento. El papa Francisco, así como líderes de naciones árabes como Arabia Saudita, han solicitado investigaciones independientes para determinar si las acciones israelíes en Gaza violan la Convención sobre el Genocidio de 1951.
La situación humanitaria en Gaza es crítica. Los servicios básicos han colapsado y los desplazados enfrentan riesgos crecientes de enfermedades y desnutrición. Grupos de ayuda humanitaria han alertado sobre la posibilidad de una hambruna masiva, especialmente en el norte del territorio, que ha sido completamente aislado por las operaciones militares israelíes.
Amnistía Internacional ha instado a los países aliados de Israel a detener el suministro de armas y presionar para que se alcance un alto el fuego. Mientras tanto, la comunidad internacional sigue profundamente dividida, con llamados crecientes para que se implemente una solución negociada que ponga fin al sufrimiento en la región.
Redacción de: Karen Rodríguez A.