La velocidad y la escala del impacto negativo de las actividades humanas en la naturaleza se manifiesta en el descenso del 69 % en la abundancia poblacional de mamíferos, reptiles, aves, peces y anfibios de todo el mundo, advierte la edición 2022 del Informe Planeta Vivo.
La publicación bianual de WWF reafirma a Latinoamérica y el Caribe, una de las regiones más biodiversas del planeta, como la de mayor declive, con una disminución de 94 % en las poblaciones monitoreadas.
El informe, dado a conocer hoy, refleja el crítico estado de la biodiversidad y urge a los gobiernos, las empresas y al público a tomar medidas transformadoras que reviertan su destrucción. Igualmente, subraya que el mundo enfrenta una doble emergencia inducida por el hombre, la crisis climática y la pérdida de biodiversidad, que amenazan el bienestar de la humanidad.
“Este diciembre, en la conferencia de biodiversidad COP15 de la ONU, los líderes tienen la oportunidad de restablecer nuestra relación rota con el mundo natural y ofrecer un futuro más saludable y sostenible para todos con un ambicioso acuerdo global de biodiversidad positivo para la naturaleza”, expresó Marco Lambertini, director General de WWF Internacional.
“Frente a la creciente crisis de la naturaleza, es esencial que este acuerdo brinde una acción inmediata sobre el terreno, incluso a través de una transformación de los sectores que impulsan la pérdida de la naturaleza y apoyo financiero a los países en desarrollo”, añadió.
El Informe monitorea a casi 32,000 poblaciones de 5,230 especies del planeta y es el diagnóstico más exhaustivo que WWF ha hecho hasta el momento del estado de las poblaciones silvestres de vertebrados a nivel mundial.
El parámetro de medición es el Índice Planeta Vivo (IPV), el cual hace un seguimiento de la abundancia en poblaciones de mamíferos, aves, peces, reptiles y anfibios. La relevancia de las tendencias registradas es que muestra una radiografía de los cambios en los ecosistemas y alerta sobre su estado de salud. De igual forma, el IPV permite observar medidas de éxito cuando se aplican políticas de conservación adecuadas.