En la ciudad de Colombo, capital de Sri Lanka, se registró el fallecimiento de una persona y al menos 80 heridos, tras la enérgica actuación de la policía para dispersar las manifestaciones antigubernamentales. Las fuerzas del orden, utilizaron cañones de agua y gases lacrimógenos para controlar a la multitud.
Las autoridades del país, impusieron un toque de queda por 24 horas, que entró en vigor este jueves. El alcance de esta medida abarca todo el país tal como lo confirmó el presidente interino Ranil Wickremesinghe, sin embargo, la aplicación de esta medida será rigurosa en Colombo, sede de las manifestaciones más violentas.
Ese pequeño país asiático atraviesa una crisis económica sin precedentes, la población de aproximadamente 22 millones de habitantes, enfrenta dificultades para conseguir productos esenciales, debido a la escasez. Ellos achacan los problemas enfrentados a una mala administración del ahora ex presidente Gotabaya Rajapaksa.
La insatisfacción era tan grande, que el pasado sábado invadieron el palacio presidencial y obligaron al entonces presidente Rajapaksa a escapar a las Islas Maldivas. Asumió interinamente el primer ministro Ranil Wickremesinghe, de quien también invadieron su despacho. Éste último, prometió que también renunciará.
Los políticos oficialistas y también los de la oposición, esperan que se cumpla la Constitución de Sri Lanka y que tras la renuncia de ambos, asuma el gobierno el presidente del Parlamento, Mahinda Yapa Abeywardena. Mientras tanto, la policía confirma el arresto de más de tres mil personas en las últimas manifestaciones.
A lo largo de las protestas, por la que los manifestantes calificaron de la peor crisis económica del país en 70 años, se realizaban llamados constantes para que renunciara el presidentes, se oían gritos en las calles con el slogan “Gota Go Home”.
Tras la renuncia, se espera que los ánimos se calmen y que a la brevedad posible se pueda elegir al sucesor de Gotabaya Rajapaksa, con la esperanza de que lleguen tiempos mejores, principalmente para los sectores más vulnerables de este empobrecido país.
Redacción de: J.Bendezu, LJI Reporter