El gobierno británico ha adoptado una polémica medida para intentar reducir el número de migrantes que diariamente intentar pedir asilo en ese país. Se trata de trasladar a Ruanda a un porcentaje de solicitantes para desalentar a que más personas pretendan ingresar a su territorio.
Según los planes del gobierno, muchas de las personas que llegaron de manera irregular, serán trasladadas a Ruanda, país africano que queda a 6,500 kilómetros de distancia. En un primer momento, serían los varones solteros los elegidos para esta reubicación.
Del acuerdo firmado por ambos países, se desprende, que las personas enviadas a Ruanda harían allí su proceso migratorio y de tener éxito, recibirían todo el apoyo del gobierno ruandés para poder establecerse como migrantes regulares en ese país. De lo contrario, serían devueltos a su propio país o a otro en el que tengan residencia.
Para llegar a este acuerdo, el Reino Unido se ha comprometido a invertir 150 millones de libras esterlinas en Ruanda. Estos recursos ayudarán al país en su crecimiento económico y en su desarrollo, así como, costearán los procesos de asilo y alojamiento. Posteriormente, tendrán acceso a educación y salud por cinco años.
Esta decisión del gobierno del primer ministro Boris Johnson ha recibido fuertes críticas, no sólo de parte de organizaciones humanitarias que consideran inhumanos estos planes, sino también de los partidos de oposición que la rotulan de poco ética e impracticable. Además, consideran que el costo será mucho mayor que el anunciado.
Estas organizaciones también manifiestan su preocupación por el historial de derechos humanos de Ruanda y afirman que este programa está mal concebido. Sus representantes aseveran que es el colmo de la irresponsabilidad enviar personas para procedimientos de asilo a otro país y que Londres estaría lejos de la realidad y la humanidad en esta materia.
Finalmente, la propia oposición en Ruanda rechaza estas medidas, aseguran que los ciudadanos que espontáneamente decidan ir a su país serán bien recibidos, pero que se oponen a que los países ricos, sólo por el hecho de tener dinero, se desentiendan de sus responsabilidades internacionales y hagan con que éstas recaigan sobre otros.
Redacción de: J.Bendezu, LJI Reporter