La agencia pública Estadísticas Canadá informó que la tasa de inflación, contabilizados los últimos 12 meses, alcanzó en febrero el 5,7 por ciento. Este índice es considerado el más alto en 30 años, en agosto de 1991 este indicador llegó al 6 por ciento. A inicios de marzo, el Banco de Canadá aumentó la tasa de interés al 0,50 por ciento, justamente, como un intento de frenar la inflación.
Especialistas consultados afirmaron, que a pesar del fuerte aumento del precio de la gasolina que desencadena un incremento generalizado de los precios, se esperaba para febrero un índice un poco menor, ya en enero se había llegado al 5,1 por ciento, se esperaba llegar el pasado mes a un máximo de 5,5 por ciento. Preocupa a los economistas el haber superado el 5 por ciento en dos meses consecutivos.
Las razones son varias, continuaron pesando en la cadena de suministros, los retos por las transformaciones vinculadas a la pandemia, sin embargo uno de los
responsables del alza fue el precio de los combustibles, que sólo en febrero aumentó un 6,9 por ciento y si se llevan en cuenta los doce meses últimos, los conductores pagaron 32,3 por ciento más para abastecer sus vehículos.
Por otro lado, los precios de los alimentos aumentaron un 7,4 por ciento, asimismo, los costos de alojamiento, entre ellos el precio de las viviendas crecieron vertiginosamente, algo que no se veía desde 1983.
Estadísticas Canadá, reconoce que el conflicto en Ucrania ha contribuido también para el aumento de los precios de la gasolina, aseveró, que con la incertidumbre generada por esta situación en el este de Europa, el petróleo presiona hacia un aumento de los precios. No obstante, la incidencia de esa situación quedará más clara en marzo, algunos especialistas creen que la inflación se podría disparar y alcanzar un 6 por ciento.
Redacción de: J.Bendezu, LJI Reporter