Funcionarios de inteligencia de Estados Unidos afirmaron el lunes que Irán es responsable de un ciberataque contra la campaña presidencial de Donald Trump, en lo que describen como un esfuerzo más amplio por parte de Teherán para interferir en la política estadounidense. Este incidente subraya la continua preocupación de las autoridades estadounidenses sobre la interferencia extranjera en las elecciones, destacando a Irán como un actor clave junto a adversarios más sofisticados como Rusia y China.
Además de hackear la campaña de Trump, los funcionarios también sospechan que Irán intentó infiltrarse en la campaña presidencial de Kamala Harris. Según las autoridades, estos ataques cibernéticos reflejan la determinación de Irán de complicar la capacidad de cualquier administración estadounidense de seguir políticas exteriores que vayan en contra de sus intereses. El objetivo principal sería sembrar discordia, debilitar la confianza en las instituciones democráticas y potencialmente influir en el resultado de las elecciones.
El FBI, la Oficina del Director de Inteligencia Nacional y la Agencia de Seguridad Cibernética y de Infraestructura publicaron un comunicado conjunto, afirmando que han observado una actividad iraní cada vez más agresiva durante el ciclo electoral, que incluye operaciones de influencia dirigidas al público estadounidense y ciberataques contra las campañas presidenciales.
Reacción de Irán
Irán, a través de su misión ante las Naciones Unidas, negó las acusaciones, afirmando que no tienen ni el motivo ni la intención de interferir en las elecciones de Estados Unidos, y desafió a Washington a proporcionar pruebas. La denuncia se produce en un momento de tensiones significativas entre ambos países, exacerbadas por el reciente asesinato de un alto funcionario de Hamas y el posible riesgo de represalias.
A pesar de no proporcionar detalles específicos sobre cómo se llegó a la conclusión de la participación iraní, la inteligencia estadounidense está convencida de que Irán ha utilizado métodos de ingeniería social para acceder a personas con vínculos directos a las campañas presidenciales de ambos partidos políticos.
El incidente fue revelado por la campaña de Trump el 10 de agosto, informando que agentes iraníes robaron y distribuyeron documentos internos confidenciales a varios medios de comunicación, quienes hasta ahora se han negado a publicar los detalles recibidos.
Además, informes de Microsoft y Google en los últimos meses han detallado intentos de grupos vinculados a la Guardia Revolucionaria de Irán de infiltrar cuentas de correo electrónico asociadas con las campañas de Biden y Trump, lo que subraya la constante amenaza de la interferencia electoral extranjera.
Redacción de: Karen Rodríguez A.