Durante la votación en La Asamblea General de las Naciones Unidas, realizada este martes, la representación canadiense votó a favor de una resolución no vinculante que pide “un alto al fuego humanitario inmediato” entre Israel y el grupo Hamas.
Este cambio de postura del gobierno canadiense, sorprendió a algunos, pues por mucho tiempo las autoridades federales votaron a favor de Israel en las principales resoluciones de este organismo internacional. Asimismo, este cambio incomodó a varios grupos judíos.
La ministra de Asuntos Exteriores, Melanie Joly, esclareció el mismo martes en el Parlamento, que Canadá ha declarado desde el inicio del conflicto que Israel tiene el derecho a defenderse, no obstante, la matanza en la Franja de Gaza, los llevó a cambiar de rumbo.
Según la ministra, la forma en la que se está desarrollando este conflicto, sólo aumentará el ciclo de violencia, no conducirá a una derrota duradera de Hamas e Israel continuará amenazado. Pensando en el futuro, Canadá se suma al alto al fuego humanitario, ponderó.
Reacciones diversas
El Centro para Asuntos Israelíes y Judíos, asociación que representa a federaciones judías en todo Canadá, manifestó su disgusto por la postura del gobierno canadiense. Según el líder del grupo, Shimon Koffler, esta decisión conducirá a un mayor odio hacia los judíos.
Por su parte, los representantes del Consejo Nacional de Mususlmanes Canadienses, calificaron la votación en Naciones Unidas, como trascendental, sin embargo, consideran que esa decisión, debe ahora traducirse en la realidad de las acciones y los hechos.
Analistas observaron que ya se sospechaba de ese cambio de actitud, una vez que el primer ministro Justin Trudeau, había expresado que Israel y Hamas deben trabajar por un alto el fuego sostenible. Horas antes de la votación, Trudeau mantuvo un diálogo detallado con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, donde le aclaró algunos puntos de su decisión.
Lo cierto es que dentro del Partido Liberal, había discrepancias en relación a este tema y un grupo importante exigía un cambio de rumbo. Por su lado, la crítica de asuntos exteriores del NDP, Heather McPherson, expresó que ya era hora que los liberales escucharan las voces de miles de canadienses que abogaban durante semanas, por un alto al fuego.
Redacción de: J.Bendezu, LJI Reporte
