El presidente Vladimir Putin firmó el jueves una ley que revoca la ratificación por parte de Rusia del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares, una medida que, según él, está diseñada para poner a Moscú en línea con los Estados Unidos.
Rusia dice que no reanudará las pruebas a menos que Washington lo haga y que su desratificación no cambia su postura nuclear ni la forma en que comparte información sobre sus actividades nucleares.
Washington había firmado, pero nunca ratificado, el tratado de 1996 y Putin había dicho que quería que Rusia, que había firmado y ratificado el pacto, adoptara la misma postura sobre el tratado que los Estados Unidos.
A algunos expertos en control de armas les preocupa que Rusia pueda estar avanzando hacia una prueba para intimidar y evocar el miedo en medio de la guerra de Ucrania, una idea que los funcionarios rusos han descartado.
Putin dijo el 5 de octubre que no estaba listo para decir si Rusia debería o no reanudar las pruebas nucleares después de las llamadas de algunos expertos en seguridad y legisladores rusos para probar una bomba nuclear como una advertencia a Occidente.
Tal movimiento, si ocurriera, podría marcar el comienzo de una nueva era de pruebas nucleares de gran potencia.
La aprobación de Putin de la ley de desratificación se publicó en un sitio web del gobierno que decía que la decisión tuvo efecto inmediato.
Ambas cámaras del parlamento de Rusia ya han aprobado la marcha.
La Rusia post-soviética nunca ha llevado a cabo una prueba nuclear. La última prueba de la Unión Soviética fue en 1990 y los Estados Unidos en 1992.
Redacción de: Karen Rodríguez