Sudán se ha convertido, por tercer día consecutivo, en escenario de violentos enfrentamientos entre miembros del ejército y de las milicias paramilitares conocidas como Fuerzas de Apoyo Rápido, Rapid Support Forces (RSF).
Los enfrentamientos estallaron por primera vez el sábado 15 de abril entre el ejército del país y RSF, liderado por Mohamed Hamdan Dagalo, quien dijo el domingo que el ejército había roto un alto el fuego humanitario temporal negociado por la ONU.
Los combates en la capital Jartum y en otros puntos son el resultado directo de una encarnizada lucha de poder dentro del país gobernado por los militares. Residentes de la capital se vieron inmersos en medio de las balaceras cuando las fuerzas rivales luchaban por obtener el control del palacio presidencial, la televisión estatal y la sede del ejército.
Desde que ocurrió un golpe de Estado en octubre de 2021, Sudán ha sido gobernado por un consejo de generales. Dos militares se encuentran en el centro de la disputa. Por un lado, el general Abdel Fattah al-Burhan, quien se desempeña como jefe de las fuerzas armadas y, de hecho, ocupa el cargo del presidente del país. Por el otro, su segundo y líder de las RSF, el general Mohamed Hamdan Dagalo, más conocido como Hemedti.
Ambos mantienen un desacuerdo sobre la dirección que ha tomado el país y la propuesta de transición hacia un gobierno civil. Uno de los puntos más conflictivos se refiere a los planes de incluir en el ejército a las RSF, conformadas por 100.000 efectivos, y quién sería el encargado de liderar la nueva fuerza.
Redacción de: Karen Rodríguez