Un ataque con aviones no tripulados alcanzó el jueves una concurrida ceremonia de graduación militar en la ciudad siria de Homs, matando a 80 personas e hiriendo a 240, declaró el ministro de Salud, en uno de los ataques recientes más mortíferos contra un ejército que ha estado librando una guerra civil durante más de una década.
El ataque mató a civiles, incluidos seis niños, así como a personal militar, y existía la preocupación de que el número de muertos pudiera aumentar ya que muchos de los heridos se encontraban en estado grave, dijo el ministro de Salud, Hassan al-Ghabash.
El ejército sirio declaró que drones cargados con explosivos apuntaron a la ceremonia repleta de jóvenes oficiales y sus familias cuando estaba concluyendo. Sin nombrar a ningún grupo en particular, los militares acusaron a los insurgentes “respaldados por fuerzas internacionales conocidas” del ataque y dijeron que “responderán con toda la fuerza y decisión a estas organizaciones terroristas, dondequiera que existan”.
Ningún grupo se atribuyó de inmediato la responsabilidad del ataque mientras Siria atraviesa su decimotercer año de conflicto.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, “expresó su profunda preocupación” por el ataque con aviones no tripulados en Homs, así como por los informes de bombardeos de represalia en el noroeste de Siria, dijo su portavoz, Stéphane Dujarric. Guterres condenó toda violencia y pidió un alto el fuego en todo el país.
El ejército no proporcionó cifras de víctimas, pero la televisión estatal siria dijo que el gobierno anunció un estado de luto de tres días a partir del viernes. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos con sede en Gran Bretaña, un observador de guerra de la oposición y la estación de radio progubernamental Sham FM, informó anteriormente sobre los ataques.
La crisis de Siria comenzó con protestas pacíficas contra el gobierno del presidente Bashar Assad en marzo de 2011, pero rápidamente se transformó en una guerra civil en toda regla después de la brutal represión del gobierno contra los manifestantes. La marea giró a favor de Assad contra los grupos rebeldes en 2015, cuando Rusia proporcionó un respaldo militar clave a Siria, así como a Irán y al grupo militante libanés Hezbollah.
Hasta ahora, la guerra ha matado a medio millón de personas, ha herido a cientos de miles y ha destruido muchas partes del país. Ha desplazado a la mitad de la población siria de antes de la guerra, de 23 millones de habitantes, incluidos más de cinco millones que son refugiados fuera de Siria.
Redacción de: Karen Rodríguez