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Telescopio revela actividad sin precedentes en el agujero negro del centro de la Vía Láctea

El Telescopio Espacial James Webb de la NASA ha captado con un detalle sin precedentes los eventos caóticos que tienen lugar alrededor del agujero negro supermasivo Sagitario A* (Sgr A*), situado en el corazón de la Vía Láctea. Gracias a sus observaciones, los astrónomos han podido registrar un parpadeo constante de luz con destellos brillantes ocasionales, lo que proporciona una visión más profunda de los procesos que ocurren en esta región extrema del cosmos.
Webb, lanzado en 2021 y operativo desde 2022, ha permitido estudiar la actividad de Sgr A* de manera continua durante períodos prolongados por primera vez. Los datos recopilados revelan que la zona que rodea al agujero negro está lejos de ser estable, mostrando una intensa dinámica de turbulencia y variaciones en el brillo del disco de gas circundante, conocido como disco de acreción.
El equipo de investigación detectó un parpadeo constante de la luz proveniente del disco de acreción, con emisiones que parecen originarse en las proximidades del horizonte de eventos, el límite más allá del cual nada puede escapar de la atracción gravitacional del agujero negro. Además, se registraron destellos más intensos, de una a tres grandes bengalas en un lapso de 24 horas, acompañadas de ráfagas menores.

Una visión sin precedentes del centro galáctico

Las observaciones de Webb sumaron un total de 48 horas distribuidas en siete sesiones de entre 6 y 9,5 horas, lo que permitió a los astrónomos detectar patrones de actividad en Sgr A* con una sensibilidad sin precedentes. Anteriormente, los estudios estaban limitados a unas pocas horas desde telescopios terrestres o a sesiones de 45 minutos con el Telescopio Espacial Hubble, lo que solo permitía detectar los eventos más brillantes.
Gracias a la cámara de infrarrojo cercano (NIRCam) de Webb, se logró observar el entorno de Sgr A* en dos longitudes de onda distintas dentro del espectro infrarrojo, lo que ha permitido identificar la composición del disco de acreción. Los científicos concluyen que el material en este disco proviene de los vientos estelares de estrellas cercanas y no de la destrucción de una estrella que se acercó demasiado al agujero negro.
A pesar de la intensa actividad registrada, los investigadores destacan que Sgr A* es relativamente tranquilo en comparación con los agujeros negros en los centros de otras galaxias. Aunque su masa es aproximadamente 4 millones de veces la del Sol y se encuentra a 26.000 años luz de la Tierra, su comportamiento es menos extremo que el de otros agujeros negros supermasivos más activos.
Las nuevas observaciones proporcionan información crucial sobre cómo los agujeros negros interactúan con su entorno, revelando la dinámica de los procesos que ocurren en sus inmediaciones. Según Yusef-Zadeh, aproximadamente el 90% del material del disco de acreción cae en el agujero negro, mientras que el resto es expulsado de vuelta al espacio.
Redacción de: Karen Rodríguez A.

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