El lunes por la tarde, un sismo de magnitud 4,4 sacudió fuertemente el sur de California y se sintió desde el área de Los Ángeles hasta San Diego. Aunque el movimiento telúrico hizo vibrar edificios y activó alarmas de automóviles, no se reportaron daños importantes ni heridos de inmediato.
El epicentro del terremoto se ubicó cerca del barrio de Highland Park en Los Ángeles, aproximadamente a 6,5 millas (10,5 kilómetros) al noreste del Ayuntamiento de Los Ángeles y a 7,5 millas (12,1 kilómetros) de profundidad, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). El temblor se sintió en una amplia región, alcanzando hasta el desierto de Palm Springs al este y San Diego al sur.
Daños reportados
El sismo interrumpió actividades en varias áreas, incluyendo una entrevista en vivo en ESPN y las operaciones en un edificio médico. En Anaheim, cerca de Disneyland, el suelo se tambaleó y en el histórico barrio de Laurel Canyon en Los Ángeles, los platos vibraron en las casas. En un Target de Los Ángeles, varios artículos cayeron al suelo, según fotos compartidas en redes sociales.
En Pasadena, el agua se derramó desde un piso superior del histórico Ayuntamiento, una estructura que fue reacondicionada sísmicamente en la década de 2000. Unos 200 empleados fueron evacuados de manera segura, y una persona fue rescatada de un ascensor. No se reportaron daños visibles en el Rose Bowl de Pasadena, aunque un ingeniero realizará una evaluación completa.
Los bomberos de Los Ángeles inspeccionaron la ciudad y no encontraron daños significativos, según Margaret Stewart, portavoz del Departamento de Bomberos de Los Ángeles. Sin embargo, el terremoto sirvió como un recordatorio para los residentes de la constante amenaza sísmica en la región.
Kathryn Barger, supervisora del condado de Los Ángeles, instó a la población a recordar las reglas de seguridad durante un terremoto: agacharse, cubrirse y agarrarse. “Hoy fue un recordatorio de que vivimos en un país de terremotos y debemos estar preparados”, dijo.
El sismo también coincidió con el primer día del nuevo año escolar para 540.000 estudiantes del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles. Aunque muchas escuelas sintieron el temblor y realizaron evacuaciones preventivas, no se reportaron daños ni heridos, según el superintendente Alberto M. Carvalho.
El Servicio Meteorológico Nacional confirmó que no se esperaba un tsunami, y el USGS ajustó la magnitud del terremoto de 4,6 a 4,4. Este terremoto se produjo menos de una semana después de que otro temblor de magnitud 5,2 sacudiera el sur de California, el cual tampoco causó daños importantes.
Redacción de: Karen Rodríguez A.