Santorini, una de las islas más emblemáticas del Mediterráneo, se ha convertido en una “isla fantasma” tras la evacuación masiva de sus habitantes debido a una intensa actividad sísmica. Entre el 26 de enero y el 3 de febrero se han registrado más de 6.400 sismos en la zona marítima entre Santorini y Amorgos, con terremotos de hasta 5.2 de magnitud sacudiendo la región.
Las autoridades han organizado vuelos extraordinarios para evacuar a los últimos residentes, ya que los fuertes vientos han impedido la salida por mar. De los aproximadamente 15.000 residentes oficiales, más de 11.000 han abandonado la isla en los últimos días por temor a un sismo mayor. En la capital, Fira, y en el turístico pueblo de Oia, la actividad se ha detenido por completo, con calles desiertas y áreas restringidas debido al riesgo de derrumbes.
La comunidad científica advierte que los sismos podrían continuar por semanas o meses, aunque consideran improbable que se produzca un terremoto superior a 6 de magnitud. Sin embargo, la creciente preocupación radica en una posible reactivación del volcán de Santorini, ya que imágenes satelitales recientes han detectado movimientos en la superficie de la caldera volcánica.
En Monólithos, los habitantes han comenzado a levantar diques con sacos de arena para protegerse ante la posibilidad de un tsunami. La memoria del terremoto de 1956, de magnitud 7.5, que generó una ola de 30 metros y dejó 53 muertos, sigue presente en la región.
Santorini, que recibe más de tres millones de turistas al año, ha quedado prácticamente deshabitada, con solo unos 4.000 residentes aún en la isla a la espera de evacuación. Mientras tanto, los expertos aseguran que la actual actividad sísmica se debe al movimiento de placas tectónicas en la falla submarina de Ánydros, aunque no descartan que esto pueda reavivar la actividad volcánica en la zona.
Imágenes de satélite muestran cambios significativos en la geología de la isla, lo que ha incrementado la vigilancia de las autoridades. En 2011, una actividad similar se registró en el volcán de Santorini sin que se produjera una erupción, aunque los científicos instan a no descartar ningún escenario. Además, informes del Laboratorio de Sismología de la Universidad de Atenas indican que al menos 800 sismos han superado la magnitud de 2.5 en los últimos días, una cifra inusual para la región.
Las aerolíneas han programado vuelos adicionales para evacuar a los últimos residentes y turistas. Sin embargo, los operadores turísticos ya advierten sobre el impacto devastador en la economía local, que depende en gran medida del turismo. Las autoridades han recomendado a los residentes mantenerse alejados de estructuras antiguas y mantenerse informados a través de las fuentes oficiales.
Redacción de: Karen Rodríguez A.