Olivia Chow, alcaldesa de Toronto, presentará este lunes su respuesta económica a los aranceles impuestos por Estados Unidos. El Equipo de Acción Económica de la municipalidad ha preparado un paquete completo con las medidas necesarias, declaró la autoridad.
En un informe previo, los analistas de la municipalidad afirmaron que los recientes acontecimientos comerciales entre los dos países, han generado incertidumbre y se espera que las disputas arancelarias tengan un impacto directo en la economía de Toronto.
Dicho impacto, podría perjudicar de manera general la economía de la ciudad y en particular el impulso a la construcción de viviendas en la urbe. Los cálculos para Toronto se están finalizando, pero para Ontario, el costo sería de medio millón de empleos, según el premier.
Por ahora, la prioridad es realizar negocios con empresas canadienses para contratos por valores inferiores a 353 mil dólares. Asimismo, Olivia Chow presentará una moción en la próxima reunión del Concejo Municipal, para que se prohiba que empresas estadounidenses puedan participar en el futuro de contratos con la municipalidad de Toronto.
Empresas estadounidenses ganan millones en contratos
Las empresas estadounidenses que tienen contratos con la municipalidad de Toronto, ganaron en los dos últimos años alrededor de 210 millones de dólares. A estos proveedores de servicios se les ha adjudicado contratos por un valor total de 3,200 millones de dólares.
Según estudios especializados, en ese periodo, el diez por ciento de los contratos de servicios para Toronto se adjudicaron a empresas estadounidenses. No obstante, estos contratos representan sólo una pequeña fracción de las adquisiciones de la municipalidad.
En una coyuntura de guerra comercial, los proveedores canadienses podrían ganar esas concesiones si la alcaldesa consigue aprobar la moción anteriormente anunciada, es decir aquella que excluye a las empresas estadounidenses de todos los contratos futuros.
Por otro lado, la municipalidad está trabajando en cómo definir si una empresa es de hecho estadounidense, por ahora no está muy claro. El equipo trabaja con la idea de que cualquier proveedor, fabricante o distribuidor de cualquier estructura empresarial que realice sus actividades de forma permanente en Estados Unidos, sea considerado de ese país.
Finalmente, se espera que esta semana representantes de ambos países se reúnan e intenten encontrar algunas soluciones prácticas para los impases generados por la imposición de aranceles. El premier de Ontario, Doug Ford, manifestó que por estos días se reunirán funcionarios provinciales con el nuevo gobierno federal y con los burócratas estadounidenses para encontrar puntos en común que acaben con el caos generalizado.
Redacción de: J.Bendezu, LJI Reporte