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Nicaragua contra Colombia

“Los raizales dependen de los derechos de pesca tradicionales que se extienden por las grandes zonas marítimas que se cuestionan en este caso”, dijo Kent Francis James, abogado de la Universidad Externado de Colombia

Esta vez, no está en riesgo ningún territorio o delimitación, sino la defensa de los derechos de pesca de esta comunidad, Este jueves 21 de abril, la Corte Internacional de Justicia (CIJ), el principal órgano judicial de Naciones Unidas, dará a conocer el fallo del tercer caso de Nicaragua contra Colombia, en lo que se denominó como “supuestas violaciones de derechos soberanos y espacios marítimos en el mar Caribe”. Esta vez, no está en riesgo ningún territorio o delimitación, sino la defensa de los derechos de pesca de esta comunidad. ¿Por qué?

“La Corte está llamada a resolver cuáles son los derechos de pesca que tienen los habitantes (colombianos) del archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina en la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de Nicaragua”, le comentó a este diario Fabián Cárdenas, profesor de derecho internacional de la Universidad Javeriana, el 20 de septiembre del año pasado, día que comenzaron las audiencias orales en La Haya.

Es que Nicaragua, en sus argumentos ante la Corte, dijo que esos derechos de pesca no existen. Y estableció, por ejemplo, que la pesca que ejercen los raizales, con apoyo del Gobierno colombiano, es cada vez más tecnificada —con el uso de sistemas de refrigeración y GPS—, lo que le quitaría su carácter artesanal.

Su intervención se dio en un momento clave e histórico: fue la primera vez que un miembro de la comunidad raizal intervino en este diferendo.

El representante de la comunidad raizal sostuvo que cuando el país perdió 75.000 km² de mar (en el fallo de 2012), esto fue negativo para el pueblo raizal, y que trazar fronteras no reconoce la esencia cultural de los habitantes del archipiélago. “Cuando se analiza el territorio que le fue asignado a la República de Nicaragua, con uso económico exclusivo, es muy duro porque históricamente las regiones de pesca han sido nuestras. Los nombres y los descubrimientos se los debemos a los raizales de Providencia, Santa Catalina y San Andrés. Así lo dicen las cartas náuticas”, comentó James.

 

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