Alexei Navalny, el líder opositor de Rusia, anunció el martes que enfrenta nuevas acusaciones penales que podrían extender su actual pena de prisión de nueve años.
Navalny expuso en Instagram que un investigador lo visitó en prisión para declarar que las autoridades abrieron una nueva investigación en su contra por cargos de “crear un grupo extremista para avivar el odio contra funcionarios y oligarcas” e intentar organizar mítines no autorizados.
Agregó que los cargos podrían mantenerlo en prisión por otros 15 años si es declarado culpable.
Navalny, el enemigo político más decidido del presidente ruso Vladimir Putin, fue arrestado en enero de 2021 al regresar de Alemania, donde se había estado recuperando de un envenenamiento con un agente nervioso del que responsabiliza al Kremlin, y recibió una sentencia de 2 años y medio por violar la libertad condicional.
Del mismo modo, en marzo, Navalny fue condenado a nueve años de prisión por fraude y desacato al tribunal, cargos que rechazó por tener motivaciones políticas, una medida que indica un intento de las autoridades de mantenerlo tras las rejas el mayor tiempo posible.
La nueva sentencia siguió a una represión del Kremlin de un año contra los partidarios de Navalny, otros activistas de la oposición y periodistas independientes en la que las autoridades parecen ansiosas por sofocar toda disidencia.
Los socios cercanos de Navalny enfrentaron cargos penales y abandonaron el país, y la infraestructura política de su grupo, una fundación anticorrupción y una red nacional de oficinas regionales, fue destruida después de ser señalada como una organización extremista.