El secretario de Economía de México, Marcelo Ebrard, dejó entrever que el país se posicionará activamente del lado de Estados Unidos en las crecientes tensiones comerciales con China. Durante su intervención en un foro empresarial, Ebrard subrayó que la competencia entre las dos potencias mundiales se ha intensificado considerablemente en los últimos años, y México ya tiene una estrategia clara para fortalecer la región de América del Norte.
Una de las prioridades clave que mencionó el secretario es aprovechar al máximo el proceso de nearshoring, que se refiere al traslado de plantas manufactureras y servicios desde Asia, principalmente China, a países más cercanos a Estados Unidos, como México. Ebrard destacó la importancia de esta tendencia, ya que representa una oportunidad para que México se beneficie de la reubicación de empresas asiáticas que buscan estar más cerca del mercado estadounidense.
“La segunda misión muy importante que tenemos es acelerar, aprovechar al mil por ciento las oportunidades del nearshoring“, afirmó Ebrard. Además, el funcionario subrayó que el contenido nacional de México en sus exportaciones manufactureras es inferior al 20%, por lo que una de las metas del gobierno es aumentar esa cifra.
Para lograrlo, el gobierno trabajará estrechamente con empresas individuales con el objetivo de atraer proveedores y fabricantes de piezas que actualmente dependen de China, incentivando su instalación en México. Este enfoque no solo ayudaría a aumentar el contenido local en las exportaciones, sino que también reforzaría la cadena de suministro y crearía más empleo.
Contexto económico en México
En los últimos años, México ha experimentado un cambio en su economía exportadora. Productos manufacturados como automóviles, camiones, maquinaria y electrodomésticos han superado en importancia al comercio petrolero, que dominaba las exportaciones del país. En 2023, por primera vez en más de dos décadas, México superó a China como el principal exportador al mercado estadounidense, un hito que refuerza el nuevo enfoque de su política comercial.
Como parte de la estrategia para reducir la dependencia de las importaciones chinas, México ha instado a grandes empresas tecnológicas y fabricantes internacionales a identificar piezas y productos que actualmente importan de China y que podrían producirse localmente. Esto no solo fortalecería la economía mexicana, sino que también consolidaría al país como un aliado clave de Estados Unidos en el contexto de la creciente disputa comercial con China.
Ebrard subrayó que este cambio estratégico no es solo una respuesta a la rivalidad entre Estados Unidos y China, sino una oportunidad única para que México se posicione como un centro manufacturero de referencia mundial, impulsando su economía y creando nuevas oportunidades de desarrollo industrial.
Redacción de: Karen Rodríguez A.