Mark Zuckerberg, director ejecutivo de Meta, anunció cambios significativos en la moderación de contenido en Facebook e Instagram, reemplazando la verificación de datos por un sistema de “notas comunitarias escritas por los usuarios”, un procedimiento similar al utilizado en X. Este movimiento, que coincide con la próxima toma de posesión de Donald Trump como presidente, ha generado controversia entre expertos, analistas y políticos.
En un video publicado el martes, Zuckerberg afirmó que era momento de priorizar la “libertad de expresión” y criticó el supuesto sesgo político de los verificadores de datos. Además, anunció que el equipo de moderación de contenido de Meta se trasladará de California a Texas, levantando restricciones sobre ciertos temas, como inmigración y género.
Estas medidas marcan un cambio radical respecto a las políticas anteriores de Meta, que había implementado la verificación de datos en 2016 para combatir la difusión de desinformación tras la elección de Trump en su primer mandato.
Reacciones políticas y empresariales
Trump elogió públicamente los cambios, sugiriendo que las amenazas que había dirigido contra Zuckerberg podrían haber influido en las decisiones de Meta. Sin embargo, otros líderes republicanos, como el representante Mike Lee, se mostraron escépticos sobre las verdaderas intenciones de Zuckerberg.
Los expertos en medios y redes sociales han expresado su preocupación por las posibles repercusiones. Dan Evon, del News Literacy Project, advirtió que esta decisión legitima la narrativa de que la verificación de datos tiene un sesgo político, lo que podría aumentar la desinformación y el discurso de odio en las plataformas.
Meta no es la única empresa que parece adaptarse a la administración entrante. Junto a Amazon donaron un millón de dólares cada una al fondo de la investidura de Trump, y Zuckerberg cenó recientemente con el presidente electo en Mar-a-Lago. Además, Meta nombró a Dana White, aliado cercano de Trump y director ejecutivo de UFC, como miembro de su directorio.
Estas acciones han llevado a analistas como Jasmine Enberg, de Emarketer, a describir el movimiento como un intento abierto de reposicionar a Meta frente a la administración de Trump. Aunque el cambio podría atraer a los conservadores, también corre el riesgo de alienar a anunciantes y usuarios liberales.
Aunque Meta sigue siendo un gigante en publicidad digital, una disminución significativa en la participación de usuarios o la confianza en la plataforma podría afectar su negocio a largo plazo.
Redacción de: Karen Rodríguez A.