La ciudad de Toronto está ordenando a las empresas de seguridad que trabajan en algunas instalaciones de la ciudad que dejen de despedir a los guardias de seguridad sij por no afeitarse la barba.
Esto se produce después de que más de 100 guardias de seguridad sij locales fueran destituidos de sus trabajos desde abril, de acuerdo con la Organización Mundial Sij (WSO).
La ciudad de Toronto exige que los guardias de seguridad que trabajan en los refugios de la ciudad y los sitios de descanso deben estar bien afeitados para poder usar una máscara N95 ajustada en caso de un brote de COVID-19. El personal de la ciudad había estado examinando los lugares de trabajo y deduciendo las horas facturables de las empresas de seguridad contratadas por tener empleados que no estaban bien afeitados.
Para el guardia de seguridad Birkawal Singh Anand, que le soliciten que se afeite la barba es como pedirle a alguien que no es sij que “se quite la piel”.
Por lo cual, cuando se vio obligado a elegir el mes pasado entre conservar su barba o mantener su trabajo en un sitio de descanso de la ciudad de Toronto, no hubo necesidad de deliberar, “les dije, pertenezco a la comunidad sij, afeitarme no es una opción para mí”, expresó Anand.
En un correo electrónico al Star, la portavoz de la ciudad de Toronto, Erin Whitton, indicó que los guardias que perdieron sus trabajos en los sitios de la ciudad eran contratistas, no el propio personal de seguridad corporativo de la ciudad.
La división de la Administración de Vivienda, Apoyo y Refugio (SSHA, por sus siglas en inglés) de la ciudad tiene una política de que cualquier persona que tenga que usar una máscara N95 debe estar bien afeitada para la prueba de ajuste, señaló Whitton. Esto es consistente con la con la política de protección de respiradores de la ciudad, agregó.