A partir de la próxima semana, las personas con COVID-19 ya no tendrán que auto-aislarse en Inglaterra, así lo anunció el gobierno del Reino Unido, como parte de la estrategia para “vivir con COVID”.
Con el fin de proteger a la sociedad pero sin restringir libertades, el primer ministro Boris Johnson ha tomado la decisión de eliminar la regla de auto-aislamiento y afirmó que es necesario poner fin a todas las restricciones legales implementadas en su momento para detener la propagación del virus. “No digo que debamos dejar de lado la precaución, pero ahora es el momento de que todos recuperen la confianza. Hemos llegado a una etapa en la que creemos que se puede desviar el equilibrio del mandato estatal, de prohibir ciertos cursos de acción, obligar a ciertos cursos de acción, a favor de fomentar la responsabilidad personal”, dijo Johnson.
El requisito legal de aislarse durante al menos cinco días después de una prueba positiva de COVID-19 se reemplazará con medidas de asesoramiento, y el coronavirus se tratará más como la gripe a medida que se vuelve endémico. El nuevo plan prevé vacunas y tratamientos para mantener el virus bajo control, aunque el gobierno dijo que “los sistemas de vigilancia y las medidas de contingencia se mantendrán” si es necesario.
Sin embargo, algunos asesores científicos han criticado esta decisión alegando que es una medida arriesgada que, lo más probable, es que provoque un aumento de infecciones y debilite las defensas de las personas contra futuras cepas ya que aún se desconoce mucho sobre el virus y las futuras variantes. El Grupo Asesor de Amenazas de Virus Nuevos y Emergentes afirmó que la idea de que los virus se vuelven progresivamente más leves es un error común; ellos consideran que la enfermedad más leve asociada con omicron “es probablemente un evento fortuito” y que las variantes futuras podrían ser más graves o evadir las vacunas actuales.
Los modeladores de epidemias también han advertido que poner fin a las pruebas y el aislamiento, puede significar un retorno al rápido crecimiento de la epidemia, si la gente se olvida de la precaución; así mismo dijeron que la eliminación de las pruebas gratuitas es otra medida que se debe reconsiderar ya que estas han jugado un papel importante en la desaceleración de la propagación del virus.
Pero, las cifras demuestran que, gracias a las altas tasas de vacunación y la variante omicron más leve, no hubo un aumento significante en las hospitalizaciones y muertes. En Gran Bretaña, el 85% de las personas de 12 años en adelante han recibido dos dosis de vacunas y casi dos tercios han recibido una tercera vacuna de refuerzo.
Sin embargo, Johnson afirma que el COVID no desaparecerá repentinamente y se debe aprender a vivir con el virus, lo que significa continuar protegiéndonos sin restringir nuestras libertades. Cabe mencionar que en el mes pasado de enero, el gobierno de Johnson levantó la gran mayoría de restricciones por el virus, eliminando los pasaportes de vacunas y el mandato de uso obligatorio de los tapabocas en Inglaterra; en el caso de Escocia, Gales e Irlanda del Norte, que establecieron sus propias reglas de salud pública, también se han abierto, aunque más lentamente.