Para algunas personas que entran de forma irregular a Estados Unidos, el “sueño americano” está aún más al norte: en Canadá.
Es el caso de muchos migrantes de América Latina llegados a Nueva York en un momento en que la ciudad está sumida en una “crisis humanitaria sin precedentes”, según describió la alcaldía a finales del año pasado.
El alcalde neoyorkino Eric Adams declaró el estado de emergencia cuando los refugios empezaron a abarrotarse por la gran cantidad de solicitantes de asilo llegados en autobuses a la metrópolis, la mayoría tras cruzar la frontera en Texas o Arizona.
Parte de los miles de migrantes que cada mes llegan a Nueva York en busca de un mejor futuro se desesperan por las dificultades para encontrar alojamiento, legalizar sus papeles o trabajar, y deciden probar suerte en Canadá.
A ellos se suman quienes ya planeaban de antemano dirigirse a territorio canadiense.
Medios locales informan que los migrantes en Nueva York están recibiendo billetes de autobús gratuitos a Plattsburgh, estado de Nueva York, situada a solo 32 km de la frontera con Canadá.
Desde allí, estas personas toman taxis hasta Roxham Road, un paso fronterizo informal a través del cual acceden a la provincia canadiense de Quebec.
El alcalde Adams reconoció este lunes en declaraciones a la cadena Fox 5 que las autoridades municipales proporcionan billetes de autobús gratuitos a los inmigrantes.
“Si su intención es ir a otro lugar, estamos ayudando en el proceso de emisión de pasajes”, declaró.
Adams alegó que su administración solo trata de ayudar a los migrantes que llegan a la metrópolis, sin embargo, en realidad buscan dirigirse a otros destinos dentro y fuera del país.
“Algunos quieren ir a Canadá, otros prefieren ir a estados más cálidos, y estamos ahí para ellos mientras continúen avanzando en la búsqueda de este sueño”, afirmó Adams.