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La primera exposición itinerante canadiense, Outside the Palace of Me.

Foto tomada de: Global News

Afuera del Museo Gardiner en Queens Park, los autos de la policía acordonan el camino para bloquear cualquier manifestación potencial que amenace con cerrar la legislatura cercana.

Es una escena gris y deprimente de división: entre estaciones, puntos de vista políticos, odio y empatía. Es difícil no sentirse un poco impotente parado en esta concurrida intersección.

Pero en el tercer piso del Gardiner, la impresionante exhibición de la artista multimedia de Toronto Shary Boyle, “Outside the Palace of Me”, es un respiro de la tristeza del exterior. El espectáculo, que presenta cerámica, pintura, música y animatrónicos, esta creado a base de colores brillantes y belleza, teatro y drama, plumas y pan de oro. Como empresario de este mundo salvaje, Boyle captura el glamour del escenario mientras nos invita a ser parte del espectáculo y considerar nuestro lugar en la sociedad.

“Outside the Palace of Me”, la primera exposición itinerante canadiense de Boyle desde que representó al país en la Bienal de Venecia de 2013, se divide en ocho secciones inspiradas en varios aspectos del teatro, Boyle se asocia con mayor frecuencia con sus esculturas de porcelana de los gabinetes de curiosidades de la abuela en criaturas folclóricas híbridas que logran ser tanto horribles como seductoras al mismo tiempo. Tres de esas criaturas nos dan la bienvenida cuando entramos, pero no son todo lo que parecen. El humo y los espejos vienen después.

En la parte del “escenario” del espectáculo, hay 10 esculturas sobre pedestales que hablan de una variedad de temas. Está la elegante “Araña pavo real” que se sienta sobre una elegante mano arqueada, adornada con uñas acrílicas creadas por el artista de uñas local Justin Cappelletti. Para aquellos que no están familiarizados con los aracnoides amigables con las redes sociales, los coloridos machos deben bailar por sus vidas para entretener a sus compañeras; si no están impresionados, los chicos terminan siendo la cena. La pieza puede sugerir peligro, pero más aún celebra la belleza negra, drag y genderqueer.

“Scarborough” es un guiño de emociones mixtas a la ciudad natal de Boyle y sus raíces de clase trabajadora. A diferencia del alto brillo de algunas de sus otras figuras, esta criatura está hecha principalmente de terracota terrosa, excepto por su brillante cabeza alada. Con reminiscencias de una figura de Hummel lista para una fiesta en la selva, lleva un paquete de cigarrillos en el bolsillo trasero y una botella de cerveza rechoncha colocada en la cerca. Ojalá pueda evitar la hiedra venenosa y el lirio de los valles, tallados en la base de madera por Yorgo Liapis.

“En conclusión la obra se trata de su propia participación individual y compromiso mutuo de una manera respetuosa y amorosa. Mucha gente ha quedado atrapada en casa sin suficiente estimulación, o mirando demasiado la computadora y las redes sociales”, dijo Boyle, quien interpretó el papel de maestro de ceremonias.

Redacción de: Sofia Moreno

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