Patrick Brown y el Partido Conservador se preparan para una feroz batalla por su descalificación de la carrera por el liderazgo, mientras que la acusación ha sido enviada al organismo de control de las elecciones federales.
Los funcionarios del partido conservador estuvieron encerrados en acaloradas reuniones durante todo el día del jueves para lidiar con las consecuencias de su sorpresiva decisión de sacar a Brown de la carrera esta semana por la preocupación de que su campaña haya violado la ley de financiamiento electoral.
Los materiales relacionados con la denuncia fueron llevados ante el Comisionado de Elecciones de Canadá, confirmó la agencia el jueves.
Es posible que la sustancia de los hallazgos de la agencia nunca se haga pública.
“Nuestra oficina revisa todas las quejas que recibe, independientemente de su fuente, para determinar si las denuncias están dentro del alcance de su mandato o no”, explicó la portavoz Michelle Laliberté en un comunicado.
“No obstante, es solo al final de una revisión o investigación, y únicamente en los casos en que se toman medidas formales de cumplimiento o aplicación, que la información limitada se pone a disposición del público”.
Entre los problemas con los que el partido está luchando internamente es si debe o no divulgar más información sobre la denuncia. Mientras tanto, la campaña de Brown ha iniciado a revelar algunos detalles más.
En un comunicado, los funcionarios de la campaña manifestaron
que el partido les pidió que entregaran una lista de pagos realizados por “cualquier corporación a miembros del personal, empleados o consultores involucrados en la campaña”.