Ante la creciente agitación civil, el presidente de Kenia, William Ruto, disolvió el gobierno y destituyó al fiscal general tras las violentas protestas generadas por una polémica ley de aumento de impuestos. Las manifestaciones, que dejaron cerca de diez muertos, obligaron al presidente a retirar el proyecto.
Durante una rueda de prensa desde la Presidencia, Ruto expresó que estas manifestaciones marcaron un punto de inflexión para el país. Afirmó que, tras una reflexión profunda sobre los logros y dificultades enfrentados por su administración, decidió “cesar con efecto inmediato a todos los ministros y al fiscal general”, excepto al ministro de Exteriores y la oficina del vicepresidente.
Ruto destacó su intención de iniciar un proceso de consultas para formar un Ejecutivo de base amplia, con el objetivo de enfrentar de manera más efectiva la crisis económica que atraviesa Kenia. El mandatario también subrayó su compromiso de “acelerar” la implementación de propuestas económicas, incluyendo medidas drásticas para aprobar la carga de la deuda y aumentar las oportunidades laborales. Defendió que su gobierno logró estabilizar la economía, evitando un ‘default’ inminente.
Las protestas se desencadenaron después de que el Parlamento aprobara un paquete de medidas fiscales que contemplaba una subida sustancial de impuestos, provocando una ola de indignación popular y el despliegue del ejército. Este despliegue fue criticado por el uso excesivo de la fuerza contra los manifestantes.
Ruto finalizó su comparecencia prometiendo un compromiso renovado con la transparencia y la rendición de cuentas, al tiempo que hizo un llamado a la unidad nacional para enfrentar los desafíos actuales. La comunidad internacional sigue de cerca los acontecimientos en Kenia.
La crisis económica en Kenia ha llevado a la agencia estadounidense Moody’s a rebajar la calificación de la deuda del país a Caa1, considerada de “riesgo crediticio muy alto”, advirtiendo sobre una perspectiva negativa que hará que los préstamos sean aún más costosos para el gobierno.
El presidente también señaló que emprenderá consultas amplias en diferentes sectores y formaciones políticas para establecer un gobierno de base amplia que ayude a desarrollar “programas radicales” para lidiar con la enorme carga de deuda del país, aumentar las oportunidades de empleo, eliminar el despilfarro gubernamental y combatir la corrupción.
Las manifestaciones, en su mayoría pacíficas, se han ampliado hasta convertirse en una campaña más amplia contra Ruto y su gobierno. La deuda pública de Kenia asciende a unos 10 billones de chelines (78.000 millones de dólares), alrededor del 70% del PIB del país.
Redacción de: Karen Rodríguez A.