El estado de Rio Grande do Sul, en el sur de Brasil, se enfrenta a una tragedia sin precedentes debido a las devastadoras inundaciones que han cobrado la vida de al menos 76 personas, según los informes de las autoridades locales. Además, se reporta que 103 personas aún están desaparecidas, mientras que más de 155 resultaron heridas debido a las intensas lluvias que azotaron la región.
Las lluvias torrenciales obligaron a más de 80.000 personas a abandonar sus hogares, con alrededor de 15.000 refugiándose en escuelas, gimnasios y otros refugios temporales. Las inundaciones han dejado un rastro de devastación, incluyendo deslizamientos de tierra, carreteras arrasadas y puentes derrumbados en todo el estado. Más de 800.000 personas se encuentran sin suministro de agua, según la agencia de defensa civil.
El nivel récord del río Guaiba, que alcanzó los 5,33 metros, superó los registros históricos de una inundación ocurrida en 1941. El gobernador del estado, Eduardo Leite, describió la situación como sin precedentes y pidió ayuda nacional para la reconstrucción.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, junto con otros miembros del gabinete, llegaron a la región para supervisar las operaciones de rescate y respuesta a la emergencia. El Papa Francisco expresó su solidaridad durante la misa dominical en el Vaticano, ofreciendo sus oraciones por las víctimas y sus familias.
Las intensas lluvias se suman a una serie de desastres naturales ocurridos en el último año en Brasil, afectando principalmente al sur del país. Los científicos atribuyen estos eventos extremos al fenómeno climático de El Niño, exacerbado por el cambio climático causado por el hombre.
Las lluvias continúan
A pesar de la disminución de las lluvias durante el fin de semana, las autoridades advierten que las inundaciones podrían persistir durante varios días. El sur de Brasil ha sido testigo de una serie de eventos climáticos extremos asociados a El Niño, destacando la urgente necesidad de medidas de adaptación y mitigación ante el cambio climático.
Redacción de: Karen Rodríguez A.