El gobierno de Venezuela ha intensificado su oposición a las primarias de la oposición celebradas el fin de semana pasado, en un intento por desacreditar el proceso. El objetivo de estas primarias fue seleccionar un rival para el presidente Nicolás Maduro en las próximas elecciones presidenciales.
Sin embargo, y pese al alto nivel de participación, el gobierno de Maduro y sus aliados han empleado una serie de tácticas para obstaculizar la realización de estas primarias, lo que ha generado dudas sobre su efectividad. Además, han prohibido que la aparente ganadora de las primarias se postule como candidata, lo que aumenta la incertidumbre sobre el proceso electoral.
El presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, ha cuestionado la legitimidad de las primarias, argumentando que la cifra declarada de 1.6 millones de votantes es matemáticamente imposible dadas las limitaciones de tiempo y los centros de votación disponibles. Rodríguez ha calificado el evento del pasado domingo como una “farsa” y ha acusado a los organizadores de cometer un crimen en Venezuela.
María Corina Machado, conocida crítica del gobierno, se ha declarado ganadora de las elecciones primarias después de obtener una clara ventaja sobre otros candidatos. Los resultados preliminares mostraron que Machado recibió aproximadamente el 93% de los votos, con su competidor más cercano obteniendo un poco más del 4%.
Las primarias estuvieron abiertas a votantes registrados en Venezuela y a unos 400.000 votantes en el extranjero. A pesar de los desafíos logísticos y las amenazas del gobierno, la participación superó las expectativas, con personas votando en zonas anteriormente consideradas bastiones del partido gobernante.
Los organizadores inicialmente estimaron una participación de alrededor de un millón de votantes debido a diversos obstáculos. Sin embargo, esta proyección se duplicó a medida que más personas, tanto en Venezuela como en el extranjero, acudieron a las urnas.
Las preocupaciones sobre la seguridad de los votantes se han reavivado debido a la vigilancia en los centros de votación descrita por Rodríguez. En el pasado, la publicación de nombres de personas que firmaron peticiones políticas resultó en represalias, incluida la pérdida de empleos y de asistencia gubernamental.
A pesar de este proceso electoral, el futuro político de Venezuela aún es incierto. Aunque el gobierno acordó permitir que la oposición eligiera a su candidato para las elecciones presidenciales de 2024, María Corina Machado todavía no tiene la autorización oficial para postularse. Las violaciones de acuerdos y represalias del gobierno de Maduro en el pasado generan incertidumbre sobre el proceso político en el país.
El acuerdo de la semana pasada, parte de un proceso de negociación de dos años entre el gobierno de Maduro y una facción respaldada por Estados Unidos, establece que ambas partes deben trabajar juntas en la definición de las condiciones electorales antes de las elecciones del próximo año. Jorge Rodríguez, jefe negociador del gobierno, planea convocar una reunión para abordar las supuestas violaciones del acuerdo por parte de las primarias.
Redacción de: Karen Rodríguez