El gobierno de Brasil comenzó el lunes a expulsar a miles de personas no indígenas de dos territorios indígenas en una medida que afectará a miles de personas que viven en el corazón de la selva amazónica. La agencia de inteligencia del país sudamericano, ABIN, dijo en un comunicado que el objetivo es devolver a los pueblos originarios las tierras Apyterewa y Trincheira Bacaja, en el estado de Pará. No dijo si la expulsión de los no indígenas ha sido enteramente pacífica o no.
Los territorios están ubicados alrededor de los municipios de Sao Felix do Xingu, Altamira, Anapu y Senador José Porfirio en el estado de Pará. El gobierno de Brasil dijo que la Corte Suprema del país y otros jueces habían ordenado la operación.
Los grupos indígenas estiman que más de 10.000 personas no indígenas viven dentro de los dos territorios. ABIN dijo que hasta 2.500 indígenas viven en 51 aldeas dentro.
“La presencia de extraños en tierras indígenas amenaza la integridad del (pueblo) indígena y causa otros daños, como la destrucción de bosques”, dijo la agencia en su comunicado. Agregó que alrededor de 1.600 familias viven ilegalmente en esa región y algunas participan en actividades ilegales como la ganadería y la minería de oro. “También destruyen la vegetación nativa”.
El territorio Apyterewa tuvo la mayor deforestación de todas las tierras indígenas de Brasil durante cuatro años consecutivos, según datos oficiales. Las imágenes obtenidas por los medios locales y compartidas en las redes sociales en septiembre mostraban a cientos de personas no indígenas viviendo en una ciudad recién construida con restaurantes, bares e iglesias en lo profundo de las tierras de los Parakana.
Otras autoridades que participaron en la acción del lunes incluyeron el Ministerio de Pueblos Indígenas de Brasil, la agencia de protección ambiental IBAMA, la policía federal y las fuerzas armadas, entre muchas otras. Varios de esos organismos fueron desmantelados e hicieron poco para proteger los territorios de los pueblos indígenas durante la administración de extrema derecha del expresidente Jair Bolsonaro entre 2019 y 2022.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, comenzó a reconstruir las agencias de protección ambiental y hasta ahora ha creado ocho áreas protegidas para los pueblos indígenas. Poco después del comienzo de su administración, su gobierno expulsó a miles de mineros de oro del enorme territorio indígena yanomami en el estado norteño de Roraima.
Redacción de: Karen Rodríguez