Lo que inicialmente comenzó como una protesta pacífica de los camioneros para pedir que se eliminarán los mandatos federales de vacunación para este sector laboral, hoy en día se ha convertido en un total caos, dejando a Ottawa en un panorama lleno de vandalismo, violencia, símbolos de odio, contaminación auditiva por parte de las bocinas y acoso generalizado a los residentes de la ciudad.
Solo hasta el domingo por la noche, después del segundo fin de semana de protestas, la policía informó que había abierto más de 60 investigaciones criminales relacionadas con las manifestaciones que incluían robos, delitos de odio, daños a la propiedad e infracciones de tránsito. Está claro que la situación se ha salido de control por completo, tanto así que el alcalde de Ottawa se vio obligado a declarar un estado de emergencia local. “Declarar un estado de emergencia refleja el grave peligro y la amenaza a la seguridad de los residentes que representan las manifestaciones en curso y destaca la necesidad de apoyo de otras jurisdicciones y niveles de gobierno. También brinda una mayor flexibilidad dentro de la administración municipal para permitir que la ciudad de Ottawa gestione la continuidad comercial de los servicios esenciales para sus residentes y permite un proceso de adquisición más flexible, lo que podría ayudar a comprar el equipo requerido por los trabajadores de primera línea y los socorristas”, se lee en un anuncio de la ciudad publicado el domingo.
Sin embargo, y a pesar que el primer ministro Justin Trudeau dijo que no negociaría con el grupo de protestantes, los problemas continúan y parecen no terminar hasta que Trudeau presente su renuncia o elimine todos los mandatos de vacunas.
Ante esto, varios políticos se pronunciaron, como es el caso del líder federal del NDP, Jagmeet Singh, que está pidiendo al gobierno que se involucre más.“Los organizadores han dejado claro que su intención es derrocar al gobierno. Está claro que necesitamos liderazgo federal en este momento”, dijo Singh.
Por su parte, el líder liberal de Ontario, Steven Del Duca, dice que es la provincia la que debería intervenir para ayudar a Ottawa a declarar su propio estado de emergencia. “Para proteger tanto a las personas como a la propiedad en la ciudad de Ottawa, es hora de que [el primer ministro Doug Ford] invoque la Ley de Gestión de Emergencias + Protección Civil para garantizar que las fuerzas del orden tengan las herramientas necesarias para restaurar el orden”, escribió Del Duca.
Ford ya se ha pronunciado en contra de los comportamientos presentados en las “manifestaciones por la libertad” de Ottawa, y él mismo ha dicho que la protesta, actualmente, está “perjudicando a familias y empresas”; por lo que declaró que adoptaría un enfoque de “tolerancia cero” ante “cualquier acto de acoso o de odio o de violencia”.
Cabe resaltar que, hasta ahora, Ford no ha comentado nada sobre declarar un posible estado de emergencia provincial debido a la protesta de los camioneros.