Un terremoto de magnitud 7,0 grados sorprendió la mañana de este jueves al condado de Humboldt, en el norte de California. El sismo, cuyo epicentro se localizó a unos 100 kilómetros al suroeste de la localidad de Ferndale y a 10 kilómetros de profundidad, activó brevemente una alerta de tsunami que fue levantada poco después.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) informó que el movimiento telúrico ocurrió a las 10:44 a.m. y fue seguido por una réplica de magnitud 5,8, además de otros temblores menores. Aunque el sismo se sintió tan lejos como San Francisco, a más de 400 kilómetros del epicentro, no se reportaron daños estructurales graves ni víctimas mortales, según las autoridades locales.
Tras el terremoto, el Centro de Alerta de Tsunamis emitió una advertencia para una extensa área de la costa oeste, instando a los residentes a evacuar hacia zonas más altas. Ciudades como Eureka y Crescent City realizaron desalojos preventivos y cerraron accesos a playas.
En Santa Cruz, las autoridades cerraron la playa principal y colocaron cintas de seguridad en los accesos, mientras que el tránsito en el sistema BART entre San Francisco y Oakland fue suspendido temporalmente.
De acuerdo con especialistas, el sismo fue de tipo deslizante, un fenómeno donde las placas tectónicas se mueven horizontalmente, reduciendo el riesgo de tsunamis importantes. “Los modelos indicaron que no habría un impacto significativo en el nivel del mar, lo que permitió levantar la alerta tras una hora”, explicó Dave Snider, del Centro de Alerta de Tsunamis en Alaska.
Regiones afectadas y acciones gubernamentales
El gobernador de California, Gavin Newsom, declaró estado de emergencia para agilizar la respuesta en las áreas afectadas. Equipos locales se movilizaron rápidamente para inspeccionar posibles daños. En Eureka, la ciudad más grande de la región, las autoridades reportaron grietas en algunas viviendas y ventanas rotas, pero sin incidentes mayores.
El norte de California, conocido por su actividad sísmica, ha enfrentado eventos similares en el pasado. En 2022, un terremoto de magnitud 6,4 causó apagones y dejó miles de personas sin agua potable en esta misma región.
La sismóloga Lucy Jones señaló que el área es un punto de convergencia de tres placas tectónicas, lo que la convierte en una de las zonas más propensas a temblores en el estado.
Aunque el sismo dejó algunos daños menores, no se reportaron incidentes mayores, lo que destaca la importancia de los sistemas de alerta temprana y la preparación comunitaria frente a este tipo de fenómenos naturales.
Redacción de: Karen Rodríguez A.